Siete años de internamiento en un centro terapéutico para un joven que intentó matar a su tío en Vilagarcía
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
Un joven de Vilagarcía de Arousa ha reconocido este martes que el 19 de agosto de 2021 intentó matar a su tío en su domicilio y ha aceptado cumplir siete años de internamiento en un centro terapéutico.
El chico alcanzó un acuerdo de conformidad con la Fiscalía y, de esta forma, evitó la celebración de un juicio previsto para este martes en la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra.
La Fiscalía le acusa de un delito de homicidio en grado de tentativa y decidió rebajar la pena que le pedía inicialmente, de nueve años y medio de internamiento, a una pena dos años y medio inferior al aplicar a este joven la circunstancia eximente completa de la responsabilidad criminal de alteración psíquica.
El chico, que permaneció en prisión desde el 23 de agosto de 2021, acudió este martes a la Audiencia esposado y custodiado por la Policía Nacional. A partir de ahora, esa pena la cumplirá ya en un centro psiquiátrico adecuado a las patologías que presenta.
El acusado padece esquizofrenia paranoide y dependencia politóxica. Según consta en su expediente, presenta ideación delirante de daño y perjuicio que afecta a múltiples facetas de su vida y estas patologías anularon sus capacidades intelectivas y volitivas en relación con este intento de homicidio, esto eso, el día de los hechos tenía totalmente anuladas sus capacidades.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del 19 de agosto de 2021. Primero, el acusado causó desperfectos en dos vehículos estacionados en un descampado próximo a la vivienda de su tío, con quien había mantenido graves enfrentamientos familiares. Uno de esos coches era del tío y el otro no. En un Citröen Saxo le pinchó las ruedas con un objeto punzante y a un Ford Mondeo le desinfló las ruedas.
Media hora más tarde, se presentó en la vivienda de su tío "con el propósito de acabar con la vida del mismo", algo que ya había manifestado en anteriores ocasiones. Para entrar, fracturó los cristales de la vivienda, golpeó la puerta de entrada y venció el cierre.
Su tío se refugió en su dormitorio y el acusado, una vez dentro, se dirigió a este cuarto. Logró abrir la puerta y le asestó un golpe en el cuello, en la zona cervical anterior derecha. Le clavó una navaja multiusos u otro objeto punzante que portaba, causándole una herida que requirió atención médica, pero no acabó con su vida.