Detenidas dos jóvenes croatas que formaban parte de un grupo itinerante que desvalijó tres pisos de Pontevedra
Por Natalia Puga
La presencia de grupos criminales itinerantes que se dedican a los robos en viviendas por toda España mantiene alerta a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y en Galicia la Policía Nacional incluso cuenta con un grupo de trabajo a nivel regional especializado en investigaciones específicas para evitar uno de los delitos que generan más alarma social y perseguir a sus autores. Este grupo, y la participación decisiva de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Pontevedra, ha logrado sacar de circulación a dos mujeres de origen croata que robaron en Asturias y Pontevedra.
La Brigada Local de Policía Judicial de la Comisaría de Gijón detuvo a esta dos mujeres, de 28 y 43 años y ambas con antecedentes policiales previos por delitos contra el patrimonio, si bien la investigación que realizó la Policía Judicial pontevedresa fue la que permitió identificarlas. A través del grupo de trabajo gallego, se facilitaron sus datos a los policías asturianos, que culminaron la operación y detuvieron a las supuestas ladronas.
Los policías pontevedreses detectaron la presencia de las sospechosas en Pontevedra y, ante la convicción de que pudieran formar parte de una organización criminal dedicada al robo de viviendas, pusieron en marcha el engranaje y la coordinación policial y se estrechó el cerco sobre ellas.
En Pontevedra, les atribuyen tres robos con fuerza, dos en la calle Enrique Labarta -entre Gutiérrez Mellado y la Alameda- y uno en la calle Daniel de la Sota.
Además, se considera que estas mujeres forman una célula dentro de un grupo criminal que pudo cometer robos con fuerza en las mismas fechas en otras ciudades gallegas.
La operación 'Hórreo', dirigida a evitar el robo en interior de domicilios, especialmente activa durante el periodo vacacional, permitió concretar que estas mujeres solían adoptar distintas identidades y ponerlas a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Gijón.
Los investigadores les atribuyeron 11 robos en el centro de Oviedo y Gijón entre marzo y agosto y los tres de Pontevedra. En todos los casos, su forma de actuar era la misma, accedían a los domicilios utilizando diferentes técnicas para la manipulación del bombín de la cerradura.
En general, todos los robos coincidían en la falta de daños visibles, así como el poco desorden que causaban en el interior, lo que hacía que algunas víctimas tardaran tiempo en darse cuenta del robo sufrido.
Las mujeres fueron detenidas cuando iban a acceder a un estacionado en un parking público en la zona centro de Gijón y llevaban encima 485 euros en efectivo, tres teléfonos móviles de segunda generación y dos bolsos con ropa. Dentro del coche llevaban destornilladores, guantes y diversos útiles para el robo.
Según los investigadores, forman parte de un grupo criminal perfectamente estructurado e itinerante y ellas se desplazaron a Asturias y Pontevedra.
La investigación continúa abierta al objeto de poder determinar el origen de todos los efectos intervenidos, así como la posibilidad que existan más denuncias por hechos similares.