La playa de Areas inundada por la marea verde
Por Oskar Viéitez
La utilización de las algas como abono se remonta al siglo XIX, sin embargo con la llegada de los fertilizantes químicos sintéticos se perdió esta costumbre y hoy en día no hay quien recoja las algas de nuestras costas, como sucede este fin de semana en la playa de Areas.
Pero cada vez son más las voces que reclaman que se recupere aquella práctica de nuestros antepasados y se apueste de nuevo por el uso de las algas ya que mejoran el suelo y vigorizan las plantas, incrementando los rendimientos y la calidad de las cosechas.
No se trata sólo de argumentos de economía sostenible, es también una apuesta segura. La comunidad científica coincide en que la algas tienen mejores propiedades que los fertilizantes artificiales porque liberan más lentamente el nitrógeno, y además son ricas en micronutrientes, aminoácidos, vitaminas y fitohormonas vegetales, actúan como acondicionador del suelo y contribuyen a la retención de la humedad.
Las cofradías de San Telmo, Lourizán y Raxó están llevando a cabo un plan pionero en Galicia de compostaje ecológico certificado diseñado como una solución al problema que supone para los mariscadores la acumulación de las algas en sus bancos ya que asfixia al marisco.
La estrategia diseñada por el Cetmar, dependiente de la Consellería do Mar, pasa por la recogida de algas y su transformación en la planta de Ecocelta en Ponteareas para su conversión en un fertilizante útil.
De modo que lo que la amenaza de los bancos marisqueros o el fétido estorbo de los veraneantes puede tener un ventajoso destino abonando viñedos o mejorando la calidad del suelo de huertas. En este proyecto además de las tres cofradías del fondo de la ría están involucrados la Xunta y los concellos de Poio y Pontevedra.