Un crowdfunding para salvar su sueño
Hace apenas un año Rosabel Mora cumplió su sueño. Tener su propio estudio de maquillaje. Pero, como a muchos otros, la pandemia se cruzó en su camino. El confinamiento llegó cuando aún estaba acondicionando su local. No pudo abrirlo hasta octubre.
"Fueron seis meses muy complicados", explica la propietaria de PonteMakeUp, que reconoce que sin la ayuda de su casero, que no le cobró nada hasta entonces, no podría haber salido adelante. "Pasé muchos nervios y fueron muchas noches sin dormir", recuerda.
Pero con la apertura los problemas continuaron. Cada mes las pérdidas superan a los ingresos. El motivo, la ausencia de bodas y eventos. Y aunque sobrevive con la organización de cursos y talleres no es suficiente. El cierre se presentaba como una alternativa casi inevitable.
Pensó en "mil ideas" para darle la vuelta a la situación y, aunque asegura que al principio "me daba algo de vergüenza", decidió iniciar una campaña de crowdfunding para salvar su negocio, una herramienta empleada hasta ahora para financiar proyectos o iniciativas culturales.
"No quería cerrar sin haberlo intentado todo", subraya Rosabel, que se introdujo en el mundo del maquillaje con apenas 15 años. Su madre era vendedora de Avon y ella tuvo claro desde niña, aunque antes probara con otros trabajos, que eso era lo que quería hacer en vida.
Mediante esta campaña espera recaudar unos 15.000 euros que quiere destinar a la compra de más materiales y a realizar mejoras en sus negocios. "No quiero dinero por la cara", explica, aunque hasta ahora "muchos anónimos lo han hecho por ayudar y ya está".
Cada donante podrá acceder a una serie de recompensas, entre ellas descuentos o asesorías personalizadas, tanto para principiantes como para personas que ya sepan maquillar. "La respuesta de la gente está siendo muy buena", señala la responsable de este estudio.
Con el dinero que obtenga de esta campaña espera "sobrevivir a este año tan caótico y poder aguantar hasta que las cosas vayan mejor", relata Rosabel Mora, que asegura que "soy optimista desde que nací", aunque a veces "lo veo todo muy negro". Eso sí, añade, "se me pasa pronto".