La playa fluvial queda sin socorristas en un verano de record
Por Redacción
La playa fluvial del Lérez batió recórds de asistencia en los meses de julio y agosto, según los recuentos realizados a pie de playa por parte de los socorristas que durante estos meses velaron por la seguridad en el arenal.
El balance trasladado por la empresa encargada de la seguridad a la Concejalía de Medio Ambiente Natural, que gestiona Anxos Riveiro, muestran una afluencia media de 550-600 personas en las tardes de los meses de julio y agosto, llegando a registar picos de hasta 710 bañistas contabilizados en las tardes de la segunda quincena de agosto. Son los mejores registros de asistencia a la playa fluvial desde su creación.
Aunque tardó en llegar, el excelente verano del que disfrutó las Rías Baixas permitió que los arenales de Pontevedra, tanto el del Lérez como el del río Verdugo, estuvieran llenos de bañistas, especialmente atiborrados en la franja horaria de cuatro y media a nueve de la noche.
Las playas fluviales del municipio ya forman parte de la vida cotidiana de los pontevedreses en las mañanas y tardes del verano -también de otras estaciones, aunque para hacer deporte o recreo-, como punto de encuentro y ocio de los vecinos. Este uso masivo que están teniendo los arenales, es una satisfacción para la concejala Anxos Riveiro que ya estudia mejoras y trabajos de mantenimiento de cara a la próxima temporada.
En la jornada de este domingo terminó el servicio de socorrismo en la playa fluvial del Lérez, tal y como estaba previsto. Como viene siendo habitual, este servicio contratado por el Concello se pone en marcha en el mes de junio y termina en septiembre (generalmente trata de coincidir con el remate e inicio del curso escolar).
La Concejalía es consciente de que en los próximos días aun podrá emplearse el arenal por parte de algunos bañistas, por lo que recomienda que se extremen las precauciones de los usuarios.
De todas maneras, durante estos tres meses de presencia de los socorristas en la playa fluvial del Lérez el número de incidencias no fue relevante con pequeños cortes o heridas, picaduras de algún insecto, calambres... Las actuaciones más graves fueron la asistencia a dos personas por golpes de calor que requeriron ser trasladados en ambulancia a un centro sanitario.