Pontevedreses en el accidente de O Marisquiño: "Yo pensé que se iba a morir gente, era una locura"
Por Natalia Puga
El accidente producido de madrugada durante la celebración del festival O Marisquiño de Vigo sorprendió en el concierto a unas 4.500 personas, entre ellas un buen número de pontevedreses que, horas después, rememoran los duros momentos vividos y las escenas de pánico que se sucedieron durante los minutos posteriores. "Yo pensé que se iba a morir gente, era una locura", asegura Beatriz Ciscar, vecina de la ciudad del Lérez, mientras que Paula Brun, de O Morrazo, asegura que habrá un antes y un después de esta madrugada y "a un concierto cerca del mar, nunca más".
Bea Ciscar asegura que todo lo vivido fue "horrible". En su caso, no llegó a caerse al mar cuando se hundió la plataforma, pero sí estaba justo al lado de la zona hundida. Estaba viendo el concierto y "de repente, notamos algo en el suelo y ya se desplomó todo" e incluso perdió de vista a un amigo que tenía justo al lado y que se cayó junto con la estructura.
Los momentos posteriores fueron de caos, "toda la gente una encima de otra" y todos tardaron en reaccionar, pues quedaron bloqueados. Finalmente, se generó una ola de solidaridad en la que nadie se paró a pensar que estaba en una peligrosa que incluso podía seguir hundiéndose y empezaron a rescatar a los que estaban atrapados o en el agua.
Los espectadores acabaron unos encima de otros, entre tablas del paseo de madera y les cayeron encima elementos del mobiliario público, de modo que empezaron a subir gente a la zona segura y a retirar contenedores y otras piezas. Poco después, en cuestión de minutos, empezaron a llegar policías, bomberos, ambulancias y un amplio operativo de emergencia que aseguran que funcionó muy coordinado y rápido.
Pese a la rápida intervención, las escenas fueron dantescas. "Había tantos tantos tantos heridos... todo el mundo gritando, corriendo, sangrando...", rememora Beatriz, que en cuanto logró localizar al amig al que había perdido de vista dejó paso a la actuación de los servicios de emergencia y sanitarios y se fue a una zona más apartada, pero "muy asustada" y no dejó de ver situaciones dramáticas hasta que, ya muy tarde, regresó a Pontevedra. Tardó horas en conciliar el sueño.
En la que se ha convertido como zona cero del accidente también estaba Paula Brun, vecina de la comarca de O Morrazo que pasó auténtico pánico. Ella estaba justo en el punto en que termina el paseo de madera y empieza el sueño de piedra y recuerda que "de repente, sentí como una ola". No pensó que el suelo hubiese cedido, sino que "era una avalancha de gente", de modo que al principio no entendían nada.
Una amiga de esta joven de 16 años estaba justo en el punto que cedió y "tuvimos que cogerla en el aire prácticamente y levantarla para cogerla", pero finalmente todo se quedó en un susto, en el que, eso sí, sabe que nunca olvidará aquel momento en el que "sentía como se movía todo el suelo, pero la sensación era como si hubiese sido una ola por debajo, no fue como la sensación de que se rompiese".
El desalojo fue, a su juicio, rápido y coordinado una vez que el cantante empezó a decir que se moviesen, la gente empezó a moverse y en cuestión de minutos tan sólo quedaban en la zona los heridos y atrapados.