Tres peritos acreditan un "episodio psicótico" en un acusado de intentar quemar a su padrastro
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
Un vecino de A Estrada se sentó este martes en el banquillo de los acusados para responder por un delito intentado en grado de tentativa y otro de lesiones porque presuntamente provocó un incendio en la vivienda familiar para intentar matar a su padrastro. Él no negó los hechos, pero tampoco los confirmó, pues asegura que no recuerda nada de lo ocurrido. Esta circunstancia la acreditaron tres peritos que realizaron un informe sobre su imputabilidad y concluyeron que aquel día "tuvo un episodio psicótico breve".
Los peritos concluyeron que el acusado "no es imputable" porque tiene lo que les parece que es un "trastorno esquizotípico de personalidad" que le provoca que tenga "escasa relación con el medio" y "comportamientos extraños" y viva "apartado e illado". Tampoco descartan que tenga otro posible diagnóstico, el que le hizo la especialista de la cárcel durante el tiempo en que estuvo en prisión provisional, un síndrome de asperger.
Ambos diagnósticos deberían confirmarse con un examen más completo, de modo que las tres peritos recomiendan el internamiento del acusado en un centro psiquiátrico para poder hacerle seguimiento, concretar el diagnóstico y fijar un tratamiento. No ven posible lograr una mejoría en su caso sin ese interamiento, justo la medida que solicita la Fiscalía en este juicio. Por el delito de intento de asesinato pide que sea condenado a 12 años de internamiento.
El juicio deberá continuar el próximo 24 de abril en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra porque este martes no se presentó a la vista una testigo que la Fiscalía considera crucial, una vecina del acusado que aquel día, el 19 de febrero de 2017, estuvo con él antes y después del incidente.
A falta de esa prueba final, ya declararon en la sala de vistas el resto de testigos y peritos citados, así como el propio acusado, que explicó que aquel día había estado bebiendo vino y cerveza en el teleclub de su parroquia y "estaba un pouco perxudicado". A partir de ahí, no pudo aclarar ningún extremo del incendio, pues "o único recordo que teño é catro días despois nunha celda de illamento".
En todo caso, declaró en la sala que "estou profundamente arrepentido se foi así" y aclaró al tribunal que "nunca fun unha persoa violenta nin dañina para a sociedade". Con 12-13 años acudió a una consulta de un psiquiatra y le diagnosticaron TDAH, dándole un tratamiento. Desde entonces, no volvió a ningún especialista.
Esa falta de memoria relativa al día del incendio no se extiende al resto de sus circunstancias personales. Asegura que lleva "toda a vida de problemas" tanto en el colegio como con su padrastro, con el que convivió desde los cinco años hasta que su madre y él se mudaron un piso en Pontevedra y el acusado siguió en la vivienda de su abuela en A Estrada, a la que ellos tan solo iban de vez en cuando. La relación fue siempre mal y relató episodios de insultos y que le trataba "con menosprecio".
La mala relación la acreditó su padrastro, que declaró como víctima que el acusado "sempre foi retorcido" y "rebelde" y que su relación se complicó ya de adulto cuando empezó a reprocharle que no hacía nada útil con su vida. Antes del incendio ya habían tenido enfrentamientos y cruce de insultos, pero nunca nada tan violento como en esta ocasión.
Sobre el día de los hechos él y su mujer no estaban en casa y una vecina ya les avisó por whatsapp que su hijo "estaba dando golpes pola casa adiante" y fuera de sí. Tardaron en regresar y, cuando lo hicieron, ya estaba dormido. Poco después, se despertó, causó destrozos en la puerta de la habitación de los padres con un hacha y, cuando él se refugió en el cuarto, roció el acceso con gasolina y le plantó fuego.
El padrastro relata que salió como pudo y, ya fuera, el acusado le empujó y le insultó: "Estás vivo, fillo de puta". Esta versión la confirma la madre del procesado, que dice que su hijo estaba "muy alterado" y "fuera de sí", como nunca antes le había visto. "Eu non recoñecía o meu fillo" e incluso a ella le obligó a salir de la casa, si bien no puede confirmar si fue para salvarla de las llamas o para evitar que salvase a su marido. Según su percepción, "non era nada consciente do que estaba facendo".