Alemania: misma hora, distintos horarios
Por Paula Virgós
Claro que las diferencias entre Alemania y España son menores que en comparación con países de Asia o África, sin embargo hay muchas cosas que parecen lo mismo pero no lo son.
Por ejemplo, la hora es la misma pero el horario es distinto: En Alemania estamos en el mismo huso horario que en España, Francia, Italia GMT+1, así que si aquí son las nueve, ahí también. La diferencia está en lo que se hace a esa hora: en Alemania lo habitual es que se empiece a comer entre las once y media y la una y que se empiece a cenar entre las seis y las ocho y media. Saliendo a un restaurante es posible cenar más tarde, pero en la mayoría la cocina cierra a las diez y media.
En trabajos de oficina se suele empezar a trabajar entre las siete y las ocho y media, y lo habitual es que esté permitido salir (Feierabend) a partir de las cuatro de la tarde. Así, mientras en España la mejor hora para encontrar a alguien en su oficina son las doce (después del café y antes de comer), en Alemania casi nadie contestará al teléfono. Y en muy pocos departamentos habrá gente trabajando un viernes a las seis de la tarde.
La ropa que venden las marcas internacionales es la misma pero al final el estilo que se ve por la calle no es igual. Las tallas empiezan a estandarizarse pero aún no son iguales los estándares para la ropa de cama y ya puestos ni siquiera las camas se hacen igual.
Los hoteles suelen anunciar el precio por persona y noche y no por habitación y noche, así que hay que tener cuidado al reservar. Y, salvo en zonas comerciales y en los centros de las ciudades, las tiendas suelen cerrar a las seis de la tarde. Algunas tiendas de "barrio" incluso cierran a mediodía, pero por suerte los supermercados ampliaron horarios en los últimos años y la mayoría permanecen abiertos hasta las ocho.
Como hay que respetar el sueño de los vecinos, las terrazas cierran a las diez de la noche y la recogida de basura se hace de día (no sólo por el ruido sino también por los costes): los camiones empiezan a circular a las siete de la mañana y con tantas calles de un solo carril, es bastante desesperante cuando te toca uno delante de camino al trabajo. Y aunque la siesta es algo "typical Spanish", aquí está prohibido hacer ruido (pasar la aspiradora, que los niños jueguen en la calle) entre la una y las tres de la tarde, o sea, después de comer: es lo que se llama Ruhezeit.
Hay muchas otras normas similares al Ruhezeit que regulan la convivencia: desde cuántas veces al año está permitido hacer barbacoa (con carbón) en tu balcón, hasta el tipo y cantidad de objetos que puedes guardar en tu garaje. Y yo no pongo en duda que en España también haya este tipo de normas, pero no me imagino que la policía venga y me multe si me preparo unas hamburguesas en el balcón por tercera vez en un verano o si tengo el garaje atestado de cartones y aparco mi coche en la calle
Los niños buenos alemanes se van a la cama sobre las siete de la tarde, después de ver al "Sandmänchen" (un programa que lleva emitiéndose desde 1959) y las películas para los mayores empiezan a las ocho y cuarto. Por desgracia la calidad de la programación que se emite por televisión sí es igual: dobladas al alemán se pueden aquí ver las mismas series americanas que en España. Y los programas de "entretenimiento" también son los mismos con otra gente: famosos B, C y Z que se van a la jungla, granjeros que buscan novia La retahíla de programas que hace sentir vergüenza ajena es la misma. Igual, igual.
Lo que es definitivamente diferente son los impuestos. Pero eso es tema para un capítulo aparte