Confiesa haber agredido sexualmente a tres menores pero dice que es inimputable porque actuó en "estado crepuscular"
Por Oskar Viéitez & Mónica Patxot
Antonio V.G., un hombre de 47 años, vecino del concello de Mondariz Balneario, reconoció durante el juicio celebrado este jueves en la Audiencia de Pontevedra haber agredido sexualmente a tres menores de edad aunque su abogada esgrimió un informe de una psicólogo forense para defender que el acusado es inimputable a efectos penales porque actuó en "estado crepuscular".
La letrada sostiene que el acusado atacó a las niñas en el verano de 2015 mientras sufría un trastorno de la consciencia durante el cual mantuvo una conducta irracional "que lle impediu comprender a ilicitude dos seus actos", dijo.
Al inicio de la vista oral, celebrada en la Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra, el procesado se declaró culpable y reconoció todos los hechos de los que está acusado: abordar de manera violenta y hacer tocamientos a tres menores de 14, 12 y 17 años en Ponteareas, Nigrán y Mondariz. En uno de los casos, el acusado intentó introducir a la menor en una furgoneta y en otro le propinó varios puñetazos y le rompió la clavícula antes de someterla a tocamientos.
Unos hechos que recordaron las menores ante los magistrados dos de las víctimas declararon tras un biombo y otra por videoconferencia.
"Reconozco que ataqué por detrás", empezó a relatar Antonio ante el tribunal interrumpiendo su declaración para añadir "prefiero no contestar, porque hay detalles de los que ya no me acuerdo", por lo que no quiso responder a las preguntas de la fiscal, ni a las de las abogadas de la acusación particular, ni siquiera a las de su propia letrada.
Antonio tan solo volvió a hablar al rematar el juicio "estoy muy arrepentido y quería pedir perdón a las niñas, a sus familias y a mi familia".
La Fiscalía reclama penas que suman 17 años y medio de prisión e indemnizaciones para las víctimas que alcanzan los 20.000 euros.
Las psicólogas del Imelga que evaluaron al acusado descartaron que sufra una patología como la que esgrime su defensa y señalaron que presenta "rasgos de una personalidad de tipo esquizoide que no le impiden llevar una vida con normalidad" y concluyeron que "entiende y sabe las consecuencias de lo que hizo".
Ya había estado en prisión después de haber sido condenado como autor de otra agresión sexual
Además recordaron que Antonio ya había estado en prisión después de haber sido condenado como autor de otra agresión sexual y que en las entrevistas clínicas que mantuvieron con él exageró sus respuestas para dar una falsa imagen de si mismo.
Por su parte las abogadas de la acusación particular señalaron que la psicóloga que elaboró el informe para la defensa trató al acusado un año después de tener lugar los hechos en la prisión de A Lama donde está internado "por lo que difícilmente puede saber si el acusado agredió a las víctimas un año antes en ese supuesto estado crepuscular".
Los agentes de la Guardia Civil apuntaron que el acusado "es consciente de su peligrosidad" e incluso llegó a decirles durante el interrogatorio "que tiene miedo de hacer daño a alguien y que necesita ayuda".
El juicio ha quedado visto para sentencia.