Cae una banda de falsos revisores del gas que estafaba a ancianos de Pontevedra
Por Redacción
Personas de avanzada edad de Pontevedra y A Coruña están entre las 340 personas que, según las investigaciones de los Mossos d'Esquadra, fueron estafadas por dos bandas organizadas que se hacían pasar por revisores del gas. Una de ellas operaba solo en Cataluña.
Todos ellos fueron abordados por los integrantes de estas redes, quienes acabaron sacándoles una media de 250 euros por caso. Además, también les sustraían objetos de valor si lograban distraer a los ancianos mientras simulaban la reparación.
La investigación, según ha informado la policía catalana, se inició hace diez meses y ha culminado con seis detenidos y tres entradas y registros, dos en Barcelona y uno en Alameda de la Sagra (Toledo), que han permitido recuperar más de 43.000 euros en efectivo, material informático, herramientas y listados de víctimas potenciales.
Los detenidos son de nacionalidad española, de entre 28 y 36 años y han sido arrestados en Barcelona, Alameda de la Sagra (Toledo) y Zafra (Badajoz).
La investigación se inició a raíz de la denuncia de un hombre de 94 años, vecino del distrito barcelonés de Nou Barris, que explicó que dos falsos operarios del gas entraron a su domicilio, le distrajeron y le robaron dos ordenadores portátiles.
El Juzgado de Instrucción 33 de Barcelona dirigió la investigación y se consiguió determinar la existencia de dos grupos independientes que realizaban las estafas.
Los dos coexistían en la capital catalana, pero uno de ellos, bajo las directrices de su responsable ubicado a una pequeña población de Toledo, actuaba en otras ciudades de España, como Madrid, Guadalajara, Valladolid, Santander, Cáceres, Pontevedra, A Coruña y Valencia.
Para cometer las estafas realizaban una primera llamada desde el teléfono de uno de los investigados para encontrar víctimas potenciales que pudieran caer en el engaño.
Durante la conversación se hacían pasar por organismos oficiales de la administración del territorio donde actuaban y les informaban de que próximamente pasaría por su domicilio un inspector del gas para hacer una revisión.
Mientras realizaban esta falsa revisión, instalación o reparación, volvían a llamar a las víctimas fingiendo realizar una grabación de voz para distraerles al teléfono y conseguir que el falso operario pudiera moverse por la vivienda sin control en busca de objetos de valor.
En caso de no conseguir su propósito, y ante la desconfianza de alguna de las víctimas, los falsos operarios acababan manifestando que si no se realizaba la revisión o la reparación del falso desperfecto, se veían obligados a cortar el suministro, por lo cual finalmente muchos acababan pagando para no quedarse sin calefacción o gas.
Todas las llamadas que realizaban eran a personas de edad avanzada, siendo la media de edad de las víctimas de 85 años, que en pocas ocasiones se desplazaban a una comisaría para presentar la pertinente denuncia.
Aunque muchos afectados no denunciaron por no estar seguros de haber sido estafados, por miedo o vergüenza, finalmente muchos afectados pusieron los hechos en conocimiento de la policía y han podido reconocer a los estafadores.