La oposición censura que el BNG pretenda gobernar con mayoría "sen tela" y niega pacto alguno
Por Alejandro Espiño
Con las enmiendas que la oposición ha logrado introducir al presupuesto de 2017, las cuentas municipales salen "melloradas". Así lo ha explicado el portavoz de Marea, Luis Rei, palabras en las que coinciden el resto de portavoces. Todos ellos, salvo María Rey, han avanzado que cambiarán el sentido de su voto en el pleno y votarán a favor de este presupuesto.
A pesar de ello, unos y otros han negado que exista pacto alguno para "torpedear" el gobierno del BNG, como ha denunciado el alcalde. Eso sí, censuran que los nacionalistas pretendan gobernar la ciudad de Pontevedra con mayoría absoluta "sen tela", según han afirmado este miércoles desde las filas de Partido Popular, PSdeG-PSOE, Marea y Ciudadanos.
El portavoz del PP, Jacobo Moreira, ha lamentado que a pesar de estar en minoría el BNG no haya aceptado ninguna de las enmiendas presentadas por la oposición, lo que demuestra que el gobierno municipal está "aislado" y demuestra que "no sabe dialogar". Su negativa, ha añadido, es una "prueba" de que no han tenido "vocación alguna" de llegar a un acuerdo.
"Siguen sin aceptar que no tienen mayoría absoluta", ha afirmado Moreira, que ha criticado el "victimismo puro" y el "cinismo" de un alcalde que, en todo caso, las explicaciones "se las debería de pedir a la ciudadanía que es la que no le ha dado esa mayoría", dejándole en una situación en la que "debe negociar con otros partidos".
De las enmiendas presentadas por el PP se han aprobado tres: la introducción de una partida para redactar el nuevo PXOM y otra para el transporte metropolitano y la obligación de que cualquier transferencia recibida por el Concello de otras administraciones -subvenciones, ayudas o convenios- sea trasladada al pleno para su aprobación. Se rechaza la bajada del IBI.
Por su parte, el socialista Agustín Fernández ha calificado como una "falta de respecto" que el gobierno local trate a la oposición como si fueran "súbditos de Lores" y ha recordado que el PSdeG-PSOE ofreció un acuerdo de gobernabilidad a los nacionalistas que éstos rechazaron "sen negociar absolutamente nada".
"O alcalde igual ten que irse se non é capaz de negociar un orzamento", ha dicho Fernández, que ha recordado que no vivimos en un "réxime" y que gobernar en minoría "ten estas cousas". En todo caso, ve una "especial inquina" hacia el PSOE de un Lores que "cre que este é o seu cortijo" y al que ve "como un neno mimado ao que lle romperon o xoguete e chora".
Las propuestas del PSOE fueron aprobadas todas menos el estudio para remunicipalizar el agua, la partida para cambiar de ubicación del parque de autocaravanas, la redacción de un plan estratégico y el destino de un millón de euros para el saneamiento del rural, a costa de las infraestructuras deportivas.
Para Luis Rei, portavoz de Marea, el BNG "tivo tempo para aterrar na realidade" porque, ha dicho, un año y medio después de las elecciones siguen en un "estado de soberbia" a pesar de no contar con mayoría absoluta. Eso se ha traducido, según su opinión, en que el presupuesto fue "amplamente mellorado" por la oposición y ahora está "máis cómodo" con él.
En el caso de Marea, fueron aprobadas siete de las nueve enmiendas presentadas. Tan solo fueron rechazadas las relativas al rescate de la concesión del servicio de abastecimiento de agua y la introducción de una partida para retirar el monumento al soldado de Montero Ríos.
Ciudadanos, aunque logró introducir casi todas sus enmiendas, confirmó que mantendrá su voto negativo al presupuesto. María Rey ha dicho, en todo caso, que con estas modificaciones es "más equitativo y ecuánime". En su caso, se aprueban todas salvo los cursos de formación en materia de incendios, la dotación de chalecos antibala adaptados a las agentes de la Policía Local y la implantación de un sistema homogéneo para la señalización turística.
"Yo sí estoy en contra del modelo de ciudad que nos venden los nacionalistas", ha afirmado la portavoz de Ciudadanos, porque entiende que carece de plan económico y se limita a "parches y aceras". Pero María Rey ha asegurado que la oposición "no hemos hablado" y ha pedido al BNG que estén "a la altura de las circunstancias" porque "no estamos en el instituto para cogerse un enfado por algo que viene dentro del reglamento".
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