El 'crimen del congelador' llega a la Audiencia: piden para su autor confeso 16 años de prisión
Por Redacción
Fue en su día un crimen que conmocionó a la opinión pública. Dos años y medio después, el caso llega a la Audiencia de Pontevedra. Es el conocido como el crimen del congelador. A partir del lunes, un jurado popular determinará si José Francisco F.A. es culpable del asesinato de un amigo, cuyo cadáver guardó tres meses en un arcón congelador de su piso de Ponteareas.
Para él, la Fiscalía pide una pena de 16 años de cárcel, mientras que para el presunto encubridor del crimen, David P.A., se solicitan dos años de prisión. Él habría ofrecido, según el escrito de acusación, un coche para que huyera a Portugal tras confesarle el asesinato, donde permaneció oculto seis meses antes de entregarse a la Guardia Civil.
El fiscal explica que José Francisco y la víctima, José Jesús I., discutieron en la madrugada del 22 de marzo de 2014 tras salir de fiesta juntos y regresar al domicilio del primero.
Allí, el acusado golpeó a su amigo en la cabeza con un objeto contundente, posiblemente una plancha, fracturándole el cráneo y dañándole parte del cerebro. Lo hizo sin previo aviso, por lo que la víctima no pudo defenderse.
Para cerciorarse de la muerte de José Jesús, José Francisco le puso una almohada en la cara y la apretó con fuerza para evitar que pudiese respirar, pero la víctima ya había fallecido como consecuencia de los golpes en la cabeza, según determinó posteriormente la autopsia.
No contento con ello, según se recoge en el escrito de acusación del fiscal, el autor del crimen compró un arcón congelador e introdujo allí el cadáver, no sin antes cortarle con una radial la cabeza y las piernas a la altura de la rodilla para que entrara en el arcón. Allí lo guardó hasta el 6 de junio, día en el que confesó el crimen a David P.A., con el que se vio en una gasolinera.
David le ayudó a escapar, detalla el fiscal, porque José Francisco actuaba como testaferro suyo. El vehículo que le prestó le sirvió para huir hasta la estación de autobuses de Viana do Castelo (Portugal) y desde allí huyó a Lisboa. No fue hasta diciembre de 2014, nueve meses después del crimen, cuando el acusado se entregó a la Guardia Civil y confesó el crimen.
Además de la pena de prisión, en donde ya se encuentra de manera provisional desde el momento en el que se entregó, la Fiscalía reclama al tribunal de la sección cuarta de la Audiencia de Pontevedra que José Francisco indemnice a la esposa, a los dos hijos y a los padres de la víctima por su muerte.
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