El juicio en el que Franco Argibay volvió a la Audiencia... como abogado
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
El abogado pontevedrés Manuel Franco Argibay, conocido por su papel como asesor legal del narcotraficante fugado 'Pelopincho' en la operación 'Cormorán' de blanqueo de capitales y por estar fugado él mismo de la Justicia durante cinco años, entre 2006 y 2011, ha vuelto este martes a un juicio en la Audiencia Provincial de Pontevedra. En esta ocasión, no se sentó en el banquillo de los acusados, sino que recuperó el papel que había tenido años atrás y ejerció como letrado. Ejerció la defensa de un hombre acusado de un delito de lesiones por pegar a su vecina con un palo de grandes dimensiones en Moaña.
Franco Argibay fue condenado por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial en el año 2012 - tras ser detenido después de cinco años de fuga- a tres años y tres meses de prisión por la operación 'Cormorán'. Poco después, la Sección Cuarta del tribunal provincial le impuso cuatro años de prisión por estafar a dos clientes entre los años 1996 y 2001, cuando ejercía de abogado en Pontevedra y mucho antes de que su detención por la 'Cormorán' le hiciese famoso.
Este martes, más de cuatro años después de su última condena, ya ha cumplido su pena y ha retomado su actividad profesional. Llama la atención que su cliente en esta ocasión no sea un vecino de Pontevedra, sino de Moaña, y no hay constancia de que haya abierto un despacho en Pontevedra ciudad, donde solía ejercer.
La condena más reciente, la de 2012, lo cometió ejerciendo de abogado, pero no fue condenado a ningún período de inhabilitación en el ejercicio de su profesión. La acusación particular sí pedía que se le impidiese ejercer de abogado o manejar bienes de terceras personas, pero finalmente se le impusieron cuatro años de prisión y el pago de una indemnización a sus víctimas de 730.110 euros y una multa de 1.620 euros por un delito de estafa continuada. La sentencia de la Audiencia, de la misma Sección Cuarta en la que este martes ejerció de abogado, la confirmó posteriormente el Tribunal Supremo.
Pese a que la condena por estafa continuada fue mayor, la que dio más titulares a Franco Argibay fue la derivada de su implicación en la operación 'Cormorán'. Esa llegó enero de 2012 tras una vista celebrada a puerta cerrada en el despacho del magistrado de la Sección Segunda de la Audiencia porque el juicio se había celebrado ya meses antes, en 2011, cuando él estaba en rebeldía.
Tras pasar cinco años fugado de la Justicia y ser detenido en octubre de 2011 en Madrid, alcanzó un acuerdo con la Fiscalía por el que se redujo su condena como pieza clave de la red de blanqueo de dinero que lideraba José Antonio Pouso Rivas 'Pelopincho', de seis años a tres años y cuatro meses. Mes y pico después, sí fue público el juicio por la estafa continuada, que ya había tenido que suspenderse en 2006 porque él no compareció, ya que en aquel momento acababa de ser declarado en rebeldía tras haber abonado una fianza de dos millones de euros.
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