Homenaje a 30 años de historia policial en la Comisaría pontevedresa
Por Diego Torrado & Natalia Puga
El salón aguardaba lleno a rebosar al homenajeado. Compañeros de fatigas, actuales y de hace años, de Juan Carlos García Castillo esperaban para darle el esperado homenaje. Desde que conocieron que dejaba el puesto y pasaba a segunda actividad empezaron a gestar una comida multitudinaria y emotiva. Consiguieron ambos logros. 137 personas llenaban la sala habilitada en el hotel Galicia Palace, las lágrimas corrieron por la cara del protagonista en varias ocasiones y el recuerdo de sus andanzas y 'batallitas' llenó la sala de sentimientos, risas y lágrimas de los viejos y buenos tiempos.
El jefe superior de Policía de Galicia, Jaime Iglesias, fue uno de los encargados de poner los ojos acuosos al homenajeado. Juan Carlos García Castillo deja la Comisaría Provincial de Pontevedra después de 42 años en el Cuerpo Nacional de Policía, de los cuales los 30 últimos los pasó destinados en la ciudad del Lérez, donde en la actualidad es inspector jefe de la Brigada Provincial de la Policía Judicial. De estas tres décadas muchas las pasó compartiendo fatigas con su superior y éste recordó varias de ellas.
Sus compañeros no se quedaron atrás. Entre todos hicieron un auténtico trabajo de ratas de biblioteca o, más bien, de hemeroteca y estudio fotográfico. Recopilaron en un album fotos y recortes de periódico de aquellos años en los que el inspector Castillo participó en la primera incautación de drogas que se realizó en Pontevedra o de sus investigaciones de un sonado asesinato en Lérez. Lleva destinado en la ciudad desde 1982 y hubo mucho periódico y expediente que repasar.
El cariño de las palabras de Jaime Iglesias, las historias contadas en cada una de las mesas, el reloj y la pluma con los que lo agasajaron sus compañeros. Fueron ingredientes suficientes para provocar que la comida de despedida se alargase hasta bien pasada la media tarde y que todos dejasen en el Galicia Palace con la sensación de haber acudido a un homenaje en el que "todo el mundo se emocionó".