Bellas Artes celebra su cuarto de siglo con una jornada de puertas abiertas y múltiples actividades
Por Redacción
En otoño de 1990, la que había sido la sede del antiguo Hogar Provincial de Pontevedra, en la calle Sierra recibía a los primeros alumnos de Bellas Artes, una titulación que echaba a andar al mismo tiempo que la propia Universidad de Vigo. 25 años después, tanto la institución académica como la Facultad de Bellas Artes, emplazada desde hace ya dos décadas en el antiguo cuartel de San Fernando, conmemoran este 2015 su primer cuarto de siglo de historia.
Una efeméride que este centro del campus pontevedrés celebra este viernes abriendo sus puertas a la ciudadanía y a los artistas forjados en su interior a lo largo de 25 años. "Nuestra idea fundamental es visibilizar lo que hace la facultad entre la sociedad", destaca la actual decana, Silvia García, de un programa de actos en el que a los recuerdos del recorrido realizado y al debate sobre el futuro se suman visitas guiadas a las instalaciones, un mercadillo de creaciones artísticas o el estreno de unas nuevas vitrinas expositivas en la entrada del centro.
25 AÑOS NARRADOS EN PRIMERA PERSONA
Con el propósito de echar la vista hacia atrás y "documentar la historia de estos 25 años", como destaca García, Bellas Artes acogió este mediodía una mesa redonda en la que estuvieron presentes los diferentes decanos con los que contó el centro en este cuarto de siglo. Una mesa que permitió recordar los inicios en el antiguo Hogar Provincial de un "proyecto que era tan fuerte que superaba cualquier escasez, que fueron muchas", como recordó el primer decano, Juan Fernando de Laiglesia, quien recordaba con humor que, en aquellos primeros días, "nuestra infraestructura consistía en una fotocopiadora y un fax".
Del posterior traslado al cuartel de San Fernando fue testigo directo su sucesor en el Decanato, José Chavete, quien en esta mesa de debate recordaba los años de "crecimiento y estabilización" de un centro "por el que pasaron ya millares de alumnos, millares de gallegos que tienen una sensibilidad distinta cara arte".
"Lo más importante es que la facultad convirtió a Pontevedra en una ciudad universitaria", añadió José Roselló, recordando aquellos inicios de una titulación que tiene en el alumnado su principal valor. Así lo ponía de relieve el ex-decano Jesús Hernández, quien destacó los siete años que permaneció al frente del centro como una etapa que "comenzamos con la facultad vacía y ellos acabaron llenándola con su entusiasmo; los pasillos estaban llenos de gente pintando, se hacían exposiciones, el alumnado fue absolutamente fantástico".
Y el resultado fue "una facultad mejor del que a veces nosotros mismos pensamos", como añadió Ignacio Barcia, que recordó como principal reto de su etapa en el Decanato el proceso de adaptación a Bolonia.
"Bellas Artes fue además el primer centro de la Universidad en el que se implantaron los nuevos títulos de grado y eso supuso un trabajo enorme, en el que había que inventar muchas cosas, ya que no había ejemplos", señaló Barcia, que destacó como uno de los logros de este primero cuarto de siglo "las relaciones que se consiguieron establecer con el exterior, tanto con el ámbito artístico, como con la propia ciudad".
En esa misma línea se pronunció también su sucesor, Juan Carlos Meana, que incidió en que "abrir la facultad al contexto social, sacarla la calle" fue uno de los principales retos de su etapa, que finalizó a comienzos del presente año, no sin antes recordar que en el panorama artístico gallego "hay un antes y un después" de la creación de la Facultad de Bellas Artes, que junto con la puesta en marcha del CGAC en Santiago, supusieron "dos hechos fundamentales para cambiar la panorámica del arte contemporánea en Galicia".
PROTAGONISMO PARA El ALUMNADO
Con ese propósito de hacer acercar la facultad a la sociedad, en el programa de actos de esta jornada cobraron especial protagonismo tanto el alumnado como los titulados.
40 de ellos son, de hecho, los protagonistas de la Feria de Creación que permanece instalada en los pasillos de la planta baja y donde ponen a la venta una serie de obras de pequeño formato, como libros de artista, fanzines o fotografías.
Las obras de pequeño formato son asimismo, las protagonistas del Proyecto Vitrinas, unos cajones instalados en la entrada de la facultad, que serán inaugurados esta tarde conjuntamente con las obras producidas por la empresa Lab-In, en un concurso promovido con motivo de este 25 aniversario.
Julio Manuel Álvarez, Teresa Búa, Diego Germade, Ana Isabel Gil, Horacio González, Ana Isabel González, Tatiana Lameiro, Débora Mascaró, Rosa Neutro, Yolanda Ríos y Verónica Vicente fueron los artistas seleccionados en este certamen y las obras que en esta jornada se exhibieron en el centro pasarán a formar parte de la exposición itinerante con las que Bellas Artes hará balance de este cuarto de siglo.
Asimismo, la colaboración de la Delegación del Alumnado en la decoración del centro, la intervención artística realizada por un grupo de estudiantes, bajo la coordinación de la profesora Almudena Fariña, en el salón de actos donde tendrá lugar el acto institucional o la performance con la que se cerrará la jornada constituyen otras de las aportaciones realizadas por el alumnado del centro la esta celebración del 25 aniversario.
Del mismo modo, los egresados también son protagonistas de la jornada con actos como el seminario sobre teatro de objetos impartido por Ignacio Vilariño, impulsor de la compañía Fantoches Baj, o con la presentación de la recién creada asociación de ex-alumnos Red por Bellas Artes, un colectivo impulsado por un grupo de 15 egresados de diferentes promociones.
"Tras estos 25 años, pensamos que era necesario generar una red que nos había unido y había agrupado para consolidar nuestra presencia en la sociedad gallega, pues vemos necesario impulsar nuestra profesión para que tenga una mayor proyección social", señala en ese sentido su presidenta, Marta Fariña.