Un cambadés acusado de abusar de la hija de 12 años de su novia se defiende: "Iso simplemente non é verdade"
Por Natalia Puga & Cristina Saiz
Ramiro lo niega todo. Este martes se sentó en el banquillo de la Audiencia Provincial de Pontevedra por un delito continuado de abusos sexuales, acusado de abusar de la hija de 12 años de su compañera sentimental. Le acusa la Fiscalía y la familia de la que ahora es su ex novia, pero él defiende su inocencia. "Iso simplemente non é verdade", respondió durante la vista ante las preguntas de la teniente fiscal de Pontevedra, Carmen Novo, y de la abogada de la acusación particular, que insisten en que se propasó con la menor cuando ella acudía a su casa de Cambados para montar a caballo y los fines de semana que se quedaba a dormir allí para poder acudir a rutas cabalares, pues tanto el procesado como la presunta víctima eran amantes de todo tipo de actividades equinas.
El acusado mantuvo su inocencia en todo momento y llegó a insinuar que la menor le denunciaba solo auspiciada por su madre. "Está segura de que o di a meniña ou o di a nai?", preguntó a la fiscal que le estaba interrogando sobre las acusaciones de la niña. Además, asegura que meses después de que le denunciasen por los presuntos abusos, se encontró con madre e hija en una feria cabalar de Mosteiro (Meis) y la niña le preguntó si podía montar su yegua. Además, asegura que después de esa denuncia incluso él y la madre de la niña siguieron viéndose y mantuvieron relaciones sexuales en varias ocasiones.
Mantiene que "eu e máis a rapaza non tiñamos inconveniente ningún nin nunca o tivemos" y asegura que la supuesta víctima acudía a su casa de Cambados "por vontade propia", pues nadie le obligaba. De hecho, su hermana, que es tres años mayor, nunca acudía y se quedaba en Pontevedra, donde residían la madre y las hijas - el padre falleció-.
Justifica que había restos de semen en la ropa de la niña porque después de masturbarse se limpiaba con la ropa sucia que tenía en la cesta
El acusado y la madre de la presunta víctima mantuvieron una relación entre finales de 2009 y abril de 2013, hasta que rompió la mujer por la acusación de abusos. Este martes, en su declaración en la Sección Segunda de la Audiencia, la mujer explicó que no tenía constancia ni sospechas de que hubiese ninguna relación rara entre su hija y su novio y se enteró cuando la niña le dejó una nota diciéndole que él llevaba violándola cuatro meses. Finalmente, la acusación no es por agresión sexual, sino por abusos continuados durante meses, desde que ella cumplió los 12 años.
Una vez que la niña se lo contó, ella la llevó al médico y la niña fue sometida a exámenes físicos y psicológicos. Las forenses que la examinaron aseguran que la niña no tenía lesiones vaginales derivadas de las supuestas relaciones sexuales, pero sí que había evidencias de que había mantenido relaciones sexuales. Además, señalan que su relato de los hechos era coherente con la acusación y con las pruebas recabadas.
En esta misma línea, una psiquiatra que se entrevistó con ella tras los hechos añade que la niña estaba "sufriendo" y "asustada" y la madre indicó en la sala que la menor lloraba a menudo y dos años después de la denuncia sigue teniendo crisis de ansiedad y no duerme bien.
Tras la denuncia, la madre llevó a las médicos forenses ropa de la menor y se localizaron restos de semen del acusado en prendas como unas bragas o el pantalón de un pijama. Para justificar la presencia de su semen en esos lugares, él explicó que cada vez que mantenía relaciones sexuales o se masturbaba luego se limpiaba con ropa sucia que tenía depositada al lado de la lavadora y entre esas prendas había piezas de la niña y de su madre. Al respecto, su ex novia aseguró que la niña nunca dejaba ropa en la casa del procesado, sino que la llevaba cada vez que iba de visita.