De cuando el Príncipe Felipe era un gamberro que hacía grafitis en Pontevedra
Por Oskar Viéitez
"Mamá, ahí dice que los Reyes son los padres. ¿Es verdad?", preguntaba una niña a su madre.
Sucedió a la puerta del colegio Froebel, donde durante años perdura esta pintada.
"Sí, claro que es verdad", espetó la mujer. La niña y el que escribe quedamos pasmados ante la respuesta.
"Verás -continuó la madre- el hijo del rey Juan Carlos, el príncipe Felipe, estudió hace un tiempo en la Escuela Naval de Marín y por aquella época era un gamberro que hacía grafitis en Pontevedra".
Seguramente con menos imaginación que esta mujer algunos padres se habrán topado con esta complicada pregunta en los últimos días.
Reyes Magos, Papá Noel, el Ratoncito Pérez,
La psicóloga Esther Vázquez señala que hasta los 5 años, los niños no diferencian entre la fantasía y la realidad, por lo que en su mente predomina el pensamiento mágico, y es por eso que creen en los personajes de cuentos, de la tele o en fantasmas. "Isto é totalmente san e bo para o seu desenvolvemento".
A partir de los 7 u 8 años es cuando empiezan a pensar más por sí mismos y pueden llegar las primeras sospechas. Los anuncios en la televisión, la gente comprando juguetes en los centros comerciales puede hacer que los hijos lleguen por sí solos a esa conclusión.
La gran mayoría de los padres esperan que sean otros niños los aguafiestas.
En el caso de que quieran los padres romper esta ilusión, los expertos recomiendan "armarse de paciencia e ter en conta que poden pasar moitas cousas".
"O mellor é facelo aos poucos para que vaian asimilando a información, xa que nese momento pode que se estean desmoronando unhas crenzas que eles tiñan moi firmes", señala la psicóloga Esther Vázquez, "algúns nenos enfádanse por sentirse enganados durante todo este tempo".
La recomendación de la experta es que "convertan ao neno en cómplice, que lle digan que xa é maior e que debía saber a verdade pero que debe gardar o segredo porque ten irmáns pequenos ou curmáns que aínda seguen crendo neles. Sentirase importante e valorado".