Los universitarios pontevedreses salen a la calle en defensa de una educación de calidad: "Esto es insostenible"
Por Mónica Patxot & Natalia Puga
Coincidiendo con las tres jornadas de huelga convocadas por el Sindicato de Estudiantes a nivel estatal en defensa de una educación pública y de calidad, los universitarios pontevedreses han decidido mostrar públicamente su rechazo a la política gubernamental en materia educativa, pero hacerlo de forma completamente independiente, desvinculados de cualquier signo político y sindical.
Varias decenas de estudiantes protestaron en las calles del campus a mediodía y, en su nombre, el delegado de centro de la Delegación de Alumnos de la Facultad de Ciencias da Educación e do Deporte, Javier Prieto Troncoso, defendió que "la educación es una cuestión de Estado, no podemos consentir que se utilice como arma para expandir una ideología política determinada".
Sus reivindicaciones coinciden con las que realizan en el resto de España los sindicatos estudiantiles, pero se animaron a convocar esta protesta porque en Pontevedra no había nada convocado y porque quería dejar claro que es "algo hecho por estudiantes para estudiantes", al margen de cualquier influencia externa.
Además, quieren insistir en que, como estudiantes universitarios que son todos, "protestamos porque sabemos sobre qué estamos protestando", pues han atravesado todas las etapas del sistema educativa, conocen sus carencias y concluyen que "esto es insostenible".
Su petición principal es que "haya un consenso desde el raciocinio para implantar políticas educativas prolongada en el tiempo", pero también que cesen los recortes que afectan a estudiatnes de todos los niveles.
En nombre de estudiantes de los distintos centros educativos del campus, Javier Prieto explicó que los universitarios pontevedreses consideran que "no se puede consentir que un sistema educativo digno tengo continuos recortes en ayudas o becas y aumentos progresivos en tasas y matrículas".
Los estudiantes pontevedreses no "alcanzan a entender" que en 40 años de democracia se hayan implantado en España siete leyes educativas distintas, pues "no hay tiempo para asimilar tanta legislación y, además, muchas se contradicen". En respuesta a esta situación, consideran que "para instaurar una política educativa seria a nivel nacional es necesario contar con una estabilidad en el tiempo".