Reordenarán la Plaza de Abastos para convertirla en un "referente económico, cultural y social"
Por Alejandro Espiño
"Queremos que el Mercado entre en el siglo XXI, porque ahora está anclado en el siglo XIX". Con ese propósito en mente, el Concello de Pontevedra prepara una reordenación de la Plaza de Abastos. El objetivo, según la concejala de Promoción Económica, Carlota Román, es convertirlo en un referente no sólo para su tradicional actividad económica, sino también para otros usos culturales y sociales.
Para ello, el gobierno municipal ha encargado una auditoría que analice las posibilidades de optimizar al máximo la Plaza de Abastos. La reforma se centraría principalmente en la primera planta del mercado, en donde "la actividad económica cada vez es menos". La idea, según Carlota Román, "es combinar la venta con otro tipo de actividades que optimicen la plaza de abastos".
Los técnicos municipales están finalizando con la ordenación administrativa de esta propuesta, tras la cual se sacaran las concesiones "que se tengan que sacar". En este sentido, Carlota Román desveló que ya ha contactado "con un cocinero muy conocido de Pontevedra" para ver la posibilidad de dedicar parte de esa primera planta a usos gastronómicos.
Y es que la edil socialista pretende integrar el mercado en las rutas turísticas del municipio. "Para mí aparte de su enclave, de que es un edificio bonito y de que tiene una gran variedad de productos frescos, el mercado tiene que ser un punto de referencia en materia turística y como ejemplo los blogueros que visitaron Pontevedra recientemente, que estaban asombrados de ver que aquí se vende el pescado y el marisco vivo".
En realidad, este es el "plan B" del Concello de Pontevedra. En un principio, se negoció con los usuarios de la plaza de abastos para que las placeras que están en la primera planta fuesen reubicadas en la parte baja. "Se estuvo negociando durante un año y no hay acuerdo por parte de las placeras de abajo, porque las concesionarias reivindican que tienen derecho a quedarse con la plaza colindante si está libre".
Dentro de este plan de mejora de la Plaza de Abastos, el Concello de Pontevedra ha encargado también una auditoría de eficiencia energética que servirá para reducir unos 10.000 euros al año los gastos corrientes del mercado. Una instalación que, según Carlota Román, sufre unas pérdidas anuales de unos 200.000 euros, ya que se cada año se generan unos gastos de 385.000 euros y unos ingresos de 185.000 euros.
Esta auditoria propone una serie de actuaciones en materia de eficiencia energética que se irán aplicando de forma paulatina. Entre ellas destacan una serie de mejoras tecnológicas que permitirán reducir el consumo de iluminación, agua caliente y cámaras frigoríficas, actuaciones que deberán ir acompañadas de un plan de concienciación y sensibilización para sus usuarios.