Monet, Picasso, Van Gogh o mismo los dibujos de la tele; todo podía ser motivo para que Fernando Búa, con cuatro años, se pusiera a dibujar. Un chaval de Dorrón, Sanxenxo, cuyas dotes artísticas eran evidentes, de forma que pocos años después sus padres comenzaron a llevarlo a clases particulares. Recuerda en el Cara a cara que el pontevedrés Rafael Prieto ha sido su primer mentor y de él comenzó a extraer la técnica de la plumilla y el interés por reflejar en sus obras la arquitectura y las tradiciones gallegas.
Con doce años realizó su primera exposición en su Sanxenxo natal y para el próximo verano prepara una muestra en el Colegio de Arquitectos de Madrid, avanza en PontevedraViva Radio. Es asombroso ver sus pinturas y la aseveración no es intención de ser complaciente. Para ratificarlo, la exposición en el Palacete de las Mendoza de Pontevedra que se puede visitar hasta el 7 de septiembre.