El Pontevedra salva un punto (3-3) ante un Boiro que supo aprovechar sus ocasiones
Por Ramiro Espiño
Creada y actualizada
Creada y actualizada
Goles y oficio, pero poco juego. Es lo que se ha visto este jueves en Pasarón. En un horario más habitual de Champions League que de Tercera División, el Pontevedra logró despertar a tiempo y salvar un punto ante el Boiro. Un empate a tres que no hace justicia a lo visto sobre el terreno de juego. Y eso que el partido se puso muy cuesta arriba para los hombres de Manu Fernández, que llegaron a ir perdiendo por 0-2 en la primera parte.
Lo bueno y lo malo. Todo lo puso un Pontevedra que tuvo la virtud de no rendirse ante la adversidad reponiéndose de los golpes del rival, pero también el lastre de tres gravísimos errores que le privaron de un triunfo que por juego y ocasiones mereció sobradamente.
El partido no fue bueno técnicamente, pero si intenso y emocionante por las alternativas del marcador y lo incierto del resultado. Cierto es que los goles llegaron más por errores del rival que por aciertos propios, pero también que los dos equipos buscaron la victoria por distintos caminos.
Defraudó el Boiro, del que por su trayectoria se esperaba más. El equipo de Gelucho renunció al balón, confiando su suerte a su intensidad en la presión, y a la posibilidad de aprovecharse de los errores ajenos. Y casi le sale bien. Esos errores ajenos llegaron, pero también los propios, empezando por el excelente portero que es Mackay, que no tuvo precisamente su noche, y continuando por una línea defensiva que sufrió horrores en las acciones a balón parado, de las que los granates sacaron petróleo.
Los granates salieron al campo con el freno de mano echado. Y el Boiro se sentía a gusto replegado en su parcela. Aún así, las dos primeras ocasiones serían claras para el equipo local, y pudieron cambiar el rumbo del partido. Carnero no acertaba a empalmar un gran centro de David Pérez, y Santi Domínguez fallaba, minuto 17, a menos de dos metros de portería, estrellando el remate a bocajarro en los pies de Mackay.
Hasta que llegó el minuto 21. El Boiro no había creado peligro, pero en una falta lateral mal defendida, Iván aprovecha un rechace de Edu, a remate de Adrián, para adelantar a su equipo.
Mal se ponían las cosas para los locales, y peor lo harían quince minutos más tarde, cuando Santi Domínguez pierde un balón en una zona de riesgo, en la presión de Adrián, que cede a Anxo, para que éste, tras romper la cintura de Miguel, marque el segundo gol visitante.
El Pontevedra acusó los mazazos. Pero encontró el remedio cuando David Pérez tiró de experiencia y forzó un penalti tan claro como absurdo de Mackay, que le arrolló. A pesar de que Santi Domínguez no hizo un gran lanzamiento, mandando el balón raso y al centro, el portero visitante ya se había tirado a un lado, consiguiendo reducir diferencias.
Y en el descuento llegaba el empate, a raíz de un corner lanzado por Feito, que peina Pablo en el primer palo, rechaza en corto Mackay, y Carnero con sangre fría y calidad remata, tras habilitarse el espacio entre una nube de jugadores.
Comenzaba un partido nuevo, y tras el descanso el Pontevedra salió más enchufado. Hasta que un nuevo error, en este caso de Miguel en la salida de balón, termina con una falta al borde del área, que Anxo transforma en el 2-3, con ayuda de la barrera, que cambió la trayectoria del balón, despistando a Edu.
Otra vez a remar contracorriente. Y lo hizo el Pontevedra, que volvió a tomar el timón frente a un Boiro que no podía tener más efectividad atacante, con tres goles en tres disparos a puerta.
La solución llegó de nuevo a balón parado. Después de varios avisos en saques de esquina, una falta lateral botada por Feito la toca Kevin en el segundo palo, y Miguel se desquita de su error anterior, estableciendo el empate.
Quedaban 23 minutos. Tiempo más que suficiente para que los granates soñasen con completar la remontada. Lo pudo hacer Luismi, pero la defensa visitante tapó su remate. También Cardeñosa, a falta de 12 minutos, en un cabezazo que sacó Edu. Luego vendría la justa expulsión por doble amarilla de Paco. El Boiro firmó el armisticio y el Pontevedra ya no tenía balas ni fuerzas para intentar algo más.
PONTEVEDRA C.F. (3): Edu (2); Adrián (1), Pablo (1), Miguel (1), David Feito (2); Candela (2), Pablo Lede (2); Richi (1), Santi Dominguez (0), David Pérez (2); y Pablo Carnero (1).
Sustituciones: Luismi (1) por Richi (minuto 62), Kevin (1) por Santi Domínguez (minuto 62), Caco (s.c.) por Candela (minuto 89).
C.D. BOIRO (3): Mackay (0); Paco (0), Cardeñosa (2), Tachi (1), Marcos (0); Adrián (1), Pedro (3), Jacinto (2), Anxo (3); Rubén (1) e Ivan (1).
Sustituciones: Bendaña (1) por Adrian (minuto 65), Rendo (1) por Tachi (minuto 74), Javi (s.c.) por Ivan (minuto 80).
Árbitro: Formoso Sánchez (Ferrol), auxiliado en las bandas por Iglesias Villanueva y Formoso Díaz. Expulsó por doble amonestación al jugador del Boiro, Paco (minuto 79). Amonestó a Miguel, Pablo y Candela, por el Pontevedra, y a Cardeñosa y Bendaña, por el Boiro.
Goles: (0-1) Minuto 21: Iván. (0-2) Minuto 36: Anxo. (1-2) Minuto 42: Santi Domínguez, de penalti. (2-2) Minuto 45+: Pablo Carnero. (2-3) Minuto 51: Anxo. (3-3) Minuto 67: Miguel.
Incidencias: Estadio Municipal de Pasarón (Pontevedra). Unos 900 espectadores.
VESTUARIOS:
GELUCHO: El técnico visitante analizaba así el partido: "Está claro que en la primera parte hicimos el partido que planteamos, con un gol a balón parado y otro de contraataque, pero cuando teníamos el partido como queríamos, una jugada fácil de defender termina en un penalti muy tonto que metió al Pontevedra en el partido y en otra jugada a balón parado, que fue en lo que más sufrió mi equipo hoy, les permitió empatar, cuando teníamos el control. El problema no estuvo en dejarle el balón al Pontevedra, sino en lo que sufrimos a balón parado, que en todas las acciones como corners o faltas laterales, a un equipo como el nuestro, con nuestra envergadura, no nos pueden rematar tantas veces".
Manu Fernández: "Debió ser una victoria nuestra. Ellos casi marcaron cada vez que tiraron"
MANU FERNÁNDEZ: Por su parte el entrenador granate pensaba que su equipo había merecido más: "Para mí el empate no me sabe bien, a pesar de que hayamos remontado dos veces. Creo que debió ser una victoria nuestra, pero nos faltó tiempo, nos faltó algo para llevarnos el partido. Es cierto que el fútbol son aciertos y errores, y en este sentido para que haya seis goles tiene que haber bastantes errores. Algún gol es evitable, pero seguro que ellos dirán lo mismo de alguno de los que metimos. Nosotros necesitamos muchísimo para marcar y ellos casi marcaron cada vez que tiraron".