El Río Verdugo de Piragüismo, un club que se está quedando pequeño
Por Almu Dapena
El Club de Piragüismo Río Verdugo es uno de los equipos más modestos de la comarca. Sin embargo, en estos momentos se está quedando pequeño. En tan solo dos años las incripciones aumentaron a más de 40 cuando normalmente contaban con alrededor de 15.
Un deporte individual que se ha visto favorecido por la pandemia. "Vino bien", explica la entrenadora del club, Rocío Pazos. Ha provocado que los deportes de contacto frenaran su actividad y que los niños y niñas que ya estaban en el club hablaran con sus contactos. "El boca a boca está suponiendo que cada vez se apunten más niños. No hay problema por mantener la distancia. Cada persona tiene su material y no hay posibilidad de contacto, así que siguieron entrenando", justifica Pazos.
Todo ello, sumado al lugar donde entrenan, es un punto a favor para el equipo. El puente romano sobre el Río Verdugo es el escenario perfecto para la práctica de este deporte. "No dependemos de las mareas ni de las olas, podemos entrenar siempre", asegura la técnica.
Aunque el regreso a la normalidad parecía que iba a suponer que los 'nuevos fichajes' regresaran a su deporte habitual, no ha sido así, sino que siguen paleando para superarse día a día. Vaya si se están superando. "Normalmente iban 8 niños y niñas a las competiciones y este año la cifra se ha duplicado".
Y los resultados son lo de menos, pero Rocío se muestra ilusionada con la trayectoria del equipo en lo que va de año. Los niños y niñas del club "están subiendo al podio y quedando de la mitad para arriba en la clasificación", algo impensable hace unos años.
La entrenadora también está contenta por el ambiente que se ha creado en el club. "Es sano y hay mucha piña". De hecho, sin ir más lejos, este fin de semana los mayores cambiaron su día de entrenamiento para poder ir a animar a los más pequeños en la Liga Provincial celebrada el sábado, donde el Club Piragüismo Río Verdugo consiguió el undécimo puesto con 2924 puntos.