Cuando el equipo suma más que las individualidades
Por Redacción
Tres triunfos consecutivos han permitido al Club Baloncesto Arxil retomar el pulso a la Liga Femenina 2 en una temporada con luces y sombras en su rendimiento debido a diferentes contratiempos en forma de lesiones o la salida inesperada de uno de sus fichajes, Narlyn Mosquera.
Lejos de caer en la lamentación, el equipo pontevedrés se ha fiado al trabajo para recuperar la moral a través de la idea colectiva.
Esta campaña no hay ninguna jugadora que destaque especialmente en las estadísticas individuales, pero sí varias que aparecen entre las 20 primeras del grupo A en puntos (Mallou o María Lago), rebotes (Mallou y Chantel Charles), asistencias (María Lago y Mallou) o en robos (la propia María Lago y Carla Fernández).
Varias son las jugadoras que suman en el bloque entrenado por Mayte Méndez, que pasa por ser uno de los más sólidos a nivel defensivo.
Ahora, con la permanencia en el bolsillo, la ambición hace mirar a los puestos de cabeza con el play-off de ascenso a sólo dos triunfos de distancia. Para seguir soñando con ello durante la segunda vuelta cuentan con una buena oportunidad en el que será su primer partido del año en el Centro Galego de Tecnificación Deportiva.
El Arxil recibirá el sábado (19:30 horas) al colista de la competición, el Universidad de Oviedo, al que venció con facilidad al inicio de temporada y que todavía no ha conseguido vencer en liga. Aunque con todas las precauciones, la victoria se antoja obligada para mantener el ritmo y poder recortar la distancia que le separa el cuarto clasificado.
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