Siscu da sobre la bocina una agónica y valiosa victoria al Teucro sobre el Torrelavega
Por Ramiro Espiño
Hay partidos en los que la historia se podría escribir por el final y éste es uno de ellos. Sobre la bocina ganó el Teucro un partido agónico en el que mandó siempre el Torrelavega, pero todo lo sucedido en 28 minutos lo anuló un hombre, Juan Bar, el portero argentino del cuadro azul, quien con una actuación portentosa mantuvo a su equipo vivo y con opciones hasta esos dos minutos cruciales en los que se resolvió el choque.
Claro que no debemos olvidar los últimos minutos del primer período de Toño Fernández, ni tampoco que cuando a todo el mundo se le encogía el brazo apareció un fenomenal Siscu para asumir toda la responsabilidad en ataque haciendo los tres últimos y decisivos goles del partido, el que daba la victoria sobre el bocinazo que anunciaba el fin del partido y que los cántabros reclamaron (posiblemente con razón) que estaba fuera de tiempo.
Pero entre las causas de que el Teucro ganase un partido que parecía perdido también hubo otras, entre ellas la descalificación por tres exclusiones del ex-teucrista Calderón, auténtica pesadilla de la defensa local, a falta de 5' 12" para el final, que dejó a los cántabros con la persiana bajada y sin saber encontrar sus opciones de lanzamiento que les permitiesen mantener su mínima renta en el luminoso.
De lo sucedido antes, poco que contar. El partido estuvo marcado por la floja defensa teucrista de inicio, que permitió ir cogiendo ventaja paulatinamente al cuadro visitante, hasta llegar a la máxima renta de cinco goles (8-13) a falta de cuatro minutos para el descanso. Ni con la defensa en 6-0, ni con 5-1, el Teucro encontraba la forma de parar la sangría de goles que sólo paliaba en parte las paradas de Juan Bar.
Precisamente esas paradas, a raíz de un tiempo muerto solicitado por Javier Barrios y tres contrataques seguidos de Toño Fernández, además de la transformación de un penalti, significaron un parcial de 4-0 favorable en sólo dos minutos, que hacía llegar al Teucro con opciones a la segunda parte.
Las paradas de Juan Bar y el acierto lanzador de Siscu en los últimos minutos permitieron la remontada
La reanudación ya fue otra historia. El Teucro se entonó ligeramente en ataque y como Bar seguía a lo suyo, con su recital bajo palos, las consecuencias fueron que las diferencias oscilaban entre uno y dos goles hasta que a falta de once minutos Rial empataba (23-23). Llegan los nervios en los dos bandos, la rigurosa descalificación de Calderón y en medio de todo emerge la figura de Siscu. El lateral catalán se echa el equipo a la espalda, en siete minutos sólo hubo dos goles, uno para cada equipo, el del Teucro, lógicamente de Siscu, quien también pondría por delante a los azules por primera vez en el partido (25-24) a falta de 2' 09".
Pero aquello no estaba acabado. Lamadrid vuelve a empatar. Quedan 28". Golpe franco para el Teucro a falta de 5". Pantalla de dos para Siscu. Le bloquean el lanzamiento pero recoge el rechace el mismo Siscu y mientras sonaba la bocina entra el balón. ¿Todo ésto en sólo cinco segundos?; para los cántabros no, pero sus protestas de nada sirvieron mientras los azules celebraban la victoria y abrazaban a los dos héroes del partido: Juan Bar y Francesc Asensio "Siscu".
S.D. TEUCRO: Juan Bar; Armán, Alejandro Pombo (2, de penalti), Chapela (2), Porto (3), Moreira (3), Borja Pedreira (1) - siete inicial -, Dobarro (p.s.), Aaron, Carlos Pombo, Toño Fernández (7, 2 de penalti), Rial (2), Siscu (6) y Sío.
B.M. TORRELAVEGA: Cristian; José Miguel, Eugenio (1), Peña (5, 3 de penalti), Lamadrid (3), Calderón (6), Ángel Fernández (5) - siete inicial -, Jorge Pérez (p.s.), ÿscar, Barbón, Borja, Alberto Pérez (1), Gundín (4) y Joaquín Marcos.
Árbitros: Amigo Plaza y Espada García (Castilla la Mancha). Excluyeron por dos minutos a Alejandro Pombo, Porto, Borja Pedreira, Lamadrid, Alberto Pérez, Gundín (2) y Calderón (3, descalificado a falta de 5' 12").
Marcador (cada cinco minutos): 1-2, 2-6, 4-8, 7-11, 8-12, 12-14 (descanso), 14-15, 17-19, 20-21, 22-23, 23-24 y 26-25 (final).
Incidencias: Pabellón Municipal de los deportes de Pontevedra. Algo más de quinientas personas.