Las primeras castañas de la temporada: "a lo mejor no es la que está más buena, pero es la que mejor sienta"
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
El conocido como príncipe de las castañas, Paco Pazos, hijo de Valentín, el rey de las castañas de Pontevedra, tiene desde este martes su tren castañero en la glorieta de Compostela. Está en el que ya es su emplazamiento habitual, tras haber dejado la Ferrería en la que empezó el negocio con su padre, y sirve la castaña de siempre, convirtiéndose en uno de los pocos elementos 'normalizador' en una época de pandemia y cambios. Aunque también él llega con cambios. "Es el año que más temprano abro".
En años pasados, otros castañeros de la ciudad sí han empezado a servir castañas en fechas similares de finales de septiembre, coincidiendo con la entrada del otoño, pero para él es el año más madrugador. Según explicó él mismo a PontevedraViva, "siempre empiezo el día 1 o 2 de octubre", pero el ritmo no lo marca él, "quien marca el venir es la castaña" y es el tiempo el que marca el ritmo de crecimiento y caída del fruto.
"Empezamos hoy la campaña", le tiene que explicar cada pocos minutos a los clientes, que le reciben con una sonrisa y mucho cariño. Él les devuelve su eterna sonrisa y asegura que el recibimiento está siendo muy bueno. "ya estamos vendiendo bien y creo que este año va a ser histórico de bueno".
Además, la castaña "viene espectacular" asegura. "La primera que viene no es la que está más buena porque aún está un poco verde, pero es la que mejor sienta, llevas 9 meses sin comer castaña". Este año, además, la gente lo agradece más que nunca. "Ahora que está todo revolucionado, la gente está súper maravillada. Dicen: 'una cosa normal, como siempre'".
Su presencia delante del antiguo cine Gonviz es ya una parte más del decorado de cada otoño pontevedrés y la clientela le es tan fiel que le tiene controlados ya los horarios y días de apertura. Esta circunstancia ha motivado que este año todos le hayan recibido con sorpresa. "La gente está un poco desencajada. Me dicen: 'debemos estar a 30 grados...'".
La sorpresa también ha traído muchas ganas de comprar esas primeras castañas. Desde que se instaló a las 11 de la mañana, no dejó de vender cucuruchos, en los que, además conserva el precio de los últimos años, diez castañas, un euro. En algunos momentos de la tarde llegaron a generarse colas de clientes ansiosos por recordar el sabor de cada otoño.
Paco Pazos presume de ser el príncipe de las castañas y el que las vende más ricas. Uno de sus secretos es que la trae de Verín, en Ourense, y que es el único castañero de toda España que la sirve. "Traigo siempre de Verín porque es calidad suprema, tanto que va toda para fuera, Alemania, Francia, Suiza. La única castaña de Verín que se come en Galicia y en España es en este puesto. Aparte de pagarla cara, me la dan por recomendación", explica.
Logra esa recomendación por su tradición castañera. Empezó con su padre y él mismo lleva 43 años asando castaña para los pontevedreses. "Empecé a los 10 años y tengo 53", comparte orgulloso. A partir del sábado, además, vestirá un polo bordado con el lema "40 años en la calle", el mismo título que llevará el libro que está escribiendo.
Abrir el puesto es, para Paco, una satisfacción por el buen recibimiento. "es lo que más valoro, para mí es como volver al cole tres veces al año durante toda tu vida, vuelves a ver a la gente de siempre". Este martes, en su primer día, recibió la visita de un vecino de su padre de Estribela de 84 años al que llevaba seis años sin ver por una enfermedad.
"Eso no tiene precio, es el verdadero mamá de trabajar en esto. Vivo en una ciudad donde conozco a todo el mundo, todo el mundo me saluda, me siento más que cualquier ministro", comenta orgullos. Y añade una reflexión: "me dicen: 'si tienes las manos sucias'...; y les digo: 'téñoas máis limpas que nadie'".
En esta vuelta a su 'cole' particular solo le queda "una espina clavada", que la estatua que sueña para su padre no sea una realidad. Años atrás recogió miles de firmas para pedir al Concello de Pontevedra un monumento para el rey de las castañas y "de momento no he tenido contestación de nadie ni he sido recibido en el Concello".
"Sí he sido recibido como atleta, pero como atleta no valgo nada, valgo como castañero", lamenta. De todas formas, no pierde la esperanza, insiste en que pese a que no le haga caso, él vota en todas las citas electorales al alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, y anuncia que "intentaré seguir luchando". Su idea ahora es correr la media maratón de Londres, 21 kilómetros, empujando un tren castañero especial, para reunir los fondos que le permitan hacer él el monumento.
Relacionadas:
-
VÍDEO.- El castañero Paco Pazos se marca un original baile para anunciar el lanzamiento de su libro
Por Mónica Patxot & María José Pita |
-
A toda máquina (de castañas) para promocionar Pontevedra en el Maratón de Nueva York
Por Natalia Puga & Mónica Patxot |
-
Un castañero de sangre granate
Por Redacción |
-
¿Debería tener una estatua en A Ferrería el castañero Valentín?
Por Anxo Lourido |