Investigados dos jóvenes por denunciar el robo de una tableta que en realidad habían perdido
Por Redacción
La Policía Nacional de Vilagarcía ha tomado declaración en calidad de investigadas a dos personas que se habrían confabulado para presentar una denuncia falsa por el robo de una tableta que en realidad habían extraviado.
Según la información facilitada por la Policía Nacional, los dos investigados son pareja. Una joven de 25 años denunció en la Comisaría de Vilagarcía que habia sido víctima de un robo con violencia y que el objeto sustraído había sido una tableta propiedad de su pareja.
Los hechos sucedieron el día 29 de mayo. La ahora investigada denunció que caminaba por la calle a las 1.15 horas de la madrugada cuando fue abordada por un individuo que le sustrajo la tableta que llevaba en la mano de forma violenta tras propinarle un empujón.
A raíz de la denuncia los agentes iniciaron las investigaciones para el total esclarecimiento de los hechos y citaron de nuevo en la Comisaría a la presunta víctima. En su declaración, la chica reconoció haber presentado una denuncia falsa para intentar que el seguro le reintegrase la tableta, ya que semanas atrás la había extraviado en un mercadillo.
La Policía Nacional recuerda que la simulación de delito es una infracción tipificada en el Código Penal que consiste en denunciar ser responsable o víctima de una infracción penal inexistente y que es frecuente que personas que incurren en este delito tengan que responder penalmente por ello.
Además, indican que esas denuncias falsas causan en ocasiones graves perjuicios en la labor policial, cuyos agentes tienen que afrontar las pesquisas de los hechos denunciados, perturbando de este modo el normal funcionamiento de las unidades de investigación.
Las causas más frecuentes por las que se denuncia una falsa infracción son variadas, bien para presentar la denuncia ante el seguro correspondiente y de este modo obtener un beneficio económico, o bien para ocultar un alto gasto económico no justificado o una pérdida ante un familiar que no tiene conocimiento de dicho hecho, o incluso una simple broma o temor por las posteriores reprimendas. Este es el caso, sobre todo, de los menores de edad.
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