Las placeras se quejan de competencia desleal de vendedoras 'pirata' a las puertas del mercado
Por Oskar Viéitez
La crisis ha provocado que en los últimos tiempos aumente el número de personas que se colocan a las puertas del mercado para vender productos de la huerta.
"Xa non só os xitanos cos allos, agora son unha morea de vendedoras con verduras y hortalizas" que, según dicen las placeras, les perjudican.
Fundamentalmente las críticas proceden de los puestos de frutas y verduras del mercado municipal porque consideran que esas mujeres les hacen una "competencia desleal".
Obviamente las "intrusas" no pagan impuestos, y la necesidad de llevar a casa unos euros les fuerza a vender su mercancía "casi regalada".
"Muchas son jubiladas que sólo buscan ganar unos euros porque no les llega con la pensión", lamenta una pescantina.
Además de la falta de garantía sanitaria en la compra de algunos productos como los huevos, incluso el pescado o el marisco, las placeras aseguran que algunas de estas mujeres no comercializan lo que ellas mismas cultivan en sus huertas, sino que se lo compran a los mismos proveedores que ellas.
Esta situación no es nueva, pero la crisis ha multiplicado el número de vendedoras "pirata" y ha reducido el número de clientes, así como su disponibilidad económica.
En teoría estas ambulantes tienen que vender sus productos agrícolas en el entorno del pabellón de deportes, pero algunas se saltan esa norma y se instalan en el entorno del mercado.
En pocas ocasiones les ha multado la Policía Local, en algún caso sí se les pidió el nombre y algunas cuentan como los agentes les intervinieron la mercancía, pero al día siguiente vuelven y siguen vendiendo.