Los bancos de la ciudad pasarán por 'chapa y pintura'
Por Alejandro Espiño
Más de 400 bancos, situados por toda la ciudad, serán rehabilitados en los próximos días. Se trata de una actuación contratada por el Concello de Pontevedra a la empresa Naturgalia, que permitirá dejar todo este mobiliario urbano en un óptimo estado de revista.
Estos trabajos están orzamentados en 21.296 euros.
Permitirán realizar tareas de mantenimiento y reparación de una gran parte de los bancos de madera de las calles y parques de la ciudad, tanto en el casco histórico como en el resto de calles.
El trabajo que se inicia en estos días consiste en la limpieza de toda la estructura -también de los pies de hierro de los que lo tienen-, y en el decapado, lijado y barnizado de las maderas que se realizará en el mismo sitio en el que se encuentra el banco. También se repararán o sustituirán aquellas tablas o piezas que estén en mal estado o que haya que retirar.
Entran en estas labores, los bancos de San José, Augusto González Besada, Plaza de la Libertad, Fray Juan de Navarrete, Sagasta, Curros Enríquez, Gutiérrez Mellado, San Antoniño, Alfonso XIII, Rosalía de Castro, Arturo Souto, Paseo de Colón, Cruz Gallástegui, Calasancias, Avenida de Vigo, Germán Adrio, Pardo Bazán, Alfredo García Alén, Augusto García Sánchez, Arzobispo Malvar, Reina Victoria, César Boente, Verdura, Cobián Roffignac, Padre Luis, Barcelos, plaza de Galicia o Avenida de Buenos Aires.
A la intervención en la ciudad hay que añadir la rehabilitación de los bancos de la Illa do Covo, una intervención que se hizo en semanas pasadas, así como una restauración similar que se hará próximamente en el banco corrido de la plaza de Santa María.
Quedan fuera de este proyecto aquellos bancos que se encuentran en buen estado de conservación como pueden ser los más de 70 que hay en el paseo de Beiramar o el medio centenar de las Palmeras, entre otros.
Esta intervención en el mobiliario urbano de madera, señalan desde el Concello, es habitual pasado cierto tiempo, dado que el uso y especialmente la climatología deterioran el material de los bancos, de tal modo que no resultan agradables para su uso e incluso pueden llegar a resultar peligrosos para los usuarios.