Ponte Caldelas quiere hermanarse con la localidad portuguesa de Vila Verde
Por Redacción
La sede de la Cámara Municipal de Vila Verde fue el escenario de una reunión entre las autoridades locales portuguesas y el alcalde de Ponte Caldelas, Andrés Díaz, con el objeto de cerrar un calendario de actuaciones que culmine con el hermanamiento oficial entre los dos municipios, que comparten el topónimo Barbudo en una parte de su territorio.
El alcalde estuvo acompañado de tres vecinas de esta parroquia, María del Carmen Cabanelas Montero, María José Custodio Martínez y Estela Álvarez Rodríguez, como embajadoras del Barbudo caldelano.
La jornada consistió en una reunión de trabajo en la Cámara, una comida de confraternidad y una visita al Centro de Dinamización Cultural de Vila Verde, donde se exponen todos los productos de la marca registrada "Namorar Portugal", que también funciona como imagen corporativa de Vila Verde.
La intención es avanzar en los trámites administrativos para conseguir un hermanamiento efectivo en el año 2018, aprovechando las subvenciones que concederá la Unión Europea en el marco del programa "Europa para los Ciudadanos". Para ello es necesario presentar un proyecto basado en los lazos de hermandad y en un intercambio social, económico y cultural sostenido.
Los dos ayuntamientos organizarán, a partir de ahora, visitas mutuas de sus vecinos. Los lusos estarán en Ponte Caldelas durante la Festa da Troita y la Fiesta Gastronómica de la Emigración. Los caldelanos acudirán a Portugal en la Festa das Colleitas, a primeros de octubre. Por otra parte, se barajó que los comerciantes de ambos municipios puedan participar en las actividades feriales organizadas por ambos municipios a precio local. Finalmente, se habló de la posibilidad de que los más de 100 productos de la marca "Namorar Portugal", entre ellos los conocidos como los "lencinhos de amor", podrán formar parte de una exposición en el Centro Cultural de Ponte Caldelas.
El pleno caldelano aprobará la declaración de hermandad con Vila Verde y remitirá el acuerdo a la Federación Española de Municipios y Provincias. Al otro lado de la raya se realizarán los trámites equivalentes. Entre medias se irá constituyendo el proyecto, recogiendo también todas las actividades realizadas, para presentar ante la Unión Europea.
Andrés Díaz manifestó su sorpresa por el hecho de que la amistad entre los dos Barbudos, que comenzó en el año 2004 no se haya oficializado hasta ahora por falta de interés municipal. Una amistad que comenzó cuando Luciano Barros, un vecino de esta localidad del norte de Portugal se presentó para conocer a los vecinos de esta parroquia caldelana. A partir de ahí se trabaron unos vínculos que fueron creciendo con el tiempo.
Durante la visita se constató que las coincidencias en la toponimia no sólo se circunscriben a Barbudo, pues existe también la feligresía de Ponte (San Vicente de Ponte Caldelas), una antigua citania romana conocida como San Xulián de Caldelas y la aldea de Caldelas, a orillas del río Homen.
Vila Verde es una entidad local con 48.000 habitantes y una superficie de 228 kilómetros cuadrados. Como todo el territorio portugués experimentó significativamente la reforma administrativa que supuso la fusión municipal acordada por el gobierno portugués en 2003. De este modo pasó de 58 a 33 feligresías. Entre las fusiones realizadas está, precisamente, la de las feligresías de Barbudo y Vila Verde (sede de la Cámara Municipal), que pasaron a llamarse Vila Verde-Barbudo.