La terapia con caballos mejora la socialización de las personas con autismo
Por Redacción
La investigadora Sonia Bouzo analizó en su tesis de doctorado los beneficios de la equitación terapéutica.
Permiten mejorar la coordinación y el equilibrio, al tiempo que contribuyen a la normalización del tono muscular, pero también ayudan a mejorar la comunicación y las capacidades de atención y socialización. Son múltiples los beneficios, tanto en el plano físico como en el psicológico, que las personas con autismo pueden encontrar en aquellas terapias que tienen en los caballos su base, como acaba de demostrar la investigadora.
Sonia Bouzo realizó su estudio con un grupo de cinco niños a adolescentes diagnosticados de Trastorno del Espectro Autista (TEA), que antes de iniciar la terapia nunca habían montado a caballo, lo que permitió a esta investigadora comprobar los "muchos beneficios inmediatos" que la equinoterapia supone.
Realizada con la profesora de la Facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte Margarita Pino como directora, la tesis de esta alumna pontevedresa abarcaba el uso de diferentes técnicas dentro de la llamada equinoterapia, término que agrupa los distintos tratamientos que, dependiendo del grado de autonomía de la persona, se desarrollan con caballos, como la monta terapéutica, la equitación adaptada o la hipoterapia.
En una entrevista para el Diario de la Universidad de Vigo, hecha por el periodista Eduardo Muñiz, la investigadora destaca que "la conclusión más evidente del estudio", es que se trata de una "terapia que reporta muchos beneficios inmediatos para cualquier persona". A este respecto, Sonia Bouzo destaca que los cinco participantes en este estudio experimentaron, tras 32 sesiones, una mejora de su equilibrio y fortalecieron su musculatura, al tiempo que vieron reducidas las estereotipias, la repetición de un movimiento de manera automática e inconsciente.
En ese sentido, Bouzo señala que "los ejercicios a lomos del caballo proporcionan un alto grado de relajación muscular, favoreciendo la flexibilidad y mejorando el estado físico en general", al tiempo que contribuyen "a la normalización del deficitario tono muscular, la mejora de la coordinación, reflejos y planificación motor, así como a reducir los patrones de movimientos anormales y mejorar el equilibrio".
UN COMPLEMENTO A OTRAS TERAPIAS
Por todos estos motivos, Bouzo lamenta que a pesar de que "los beneficios de la equinoterapia vienen siendo estudiados de esta la antigüedad", esta no sea una técnica muy difundida. En ese sentido, admite que "al igual resto de las terapias asistidas con animales, no puede ser substitutiva de las terapias convencionales", pero si es un "complemento eficaz de estas".
De hecho, la investigación realizada demostró "que los beneficios que aportan los animales incrementan los resultados de otro tipo de tratamientos", motivo por lo que en su tesis propone su inclusión como tratamiento complementario en pacientes de TEA.