Ramiro Espiño
La grandeza de los pequeños detalles: Un ejemplo a imitar
En un fútbol cada vez más mercantilizado de vez en cuando uno tiene ocasión de ser testigo de hechos que suelen pasar desapercibidos, que nunca o casi nunca ocupan portadas ni saltan a los titulares de los grandes medios de comunicación, que en realidad no pasan de ser pequeños detalles, pero que encierran una grandeza que define a la perfección a quienes los protagonizan y su modo de actuar.
Cuando lo que predomina en el fútbol es el "pirateo" al modesto, el interés propio aún a costa de pisotear al rival, creo de justicia hacer público reconocimiento de un club, de origen modesto, pero cada vez más grande, que consciente de sus orígenes y dificultades para salir del pozo futbolístico llegando a la élite en un tiempo récord, me atrevo a decir que actualmente es un ejemplo a imitar mundialmente.
Pero relatemos primero lo presenciado. Sucedió el sábado de la semana anterior cuando por la tarde, como tantas y tantas veces, me fui a los campos de A Xunqueira a ver un partido de juveniles. Como sé, porque lo conozco, que el protagonista del hecho seguramente preferiría quedar en el anonimato antes que una popularidad de la que huye con frecuencia, le pido perdón por anticipado, pues sé que cuando me vea me tirará cariñosamente de las orejas. Ejerce labor de ojeador para el Villarreal C.F. en la zona de Galicia y norte de Portugal, aunque tiene corazón granate hasta la médula.
Obviamente me refiero a Milucho, que se dedica a seguir y captar jóvenes valores para el conjunto castellonense, entre otras cosas porque por desgracia nuestro (su) Pontevedra no está en condiciones (ni tampoco lo ha intentado nunca) de aprovechar a tantos ex-jugadores para que peinasen los campos gallegos en busca de niños a los que inculcar lo que ellos llevan dentro: la pasión por lo granate.
Pues bien, Milucho llega a la puerta de acceso. El encargado le reconoce y no necesita que se acredite, pero él pide una entrada y la paga religiosamente. Son unos modestos cinco euros. No es nada, pero tiene un gran simbolismo. Representantes de otros clubs, supuestamente más poderosos y grandes, suelen entrar por la babilla, con su correspondiente acreditación. Milucho tiene órdenes tajantes del Villarreal de pagar en cada campo de fútbol base que visite, a modo de modesta aportación a los equipos de las categorías de base.
Puede que a algunos les parezca una tontería, al que suscribe le parece simplemente un detalle de sensibilidad, un detalle de grandeza basado en el buen hacer del club castellonense. Es LA GRANDEZA DE LOS PEQUEÿOS DETALLES, que retratan a un club que en sólo siete años pasa de tercera a primera y en 14 de esa misma tercera a la Semifinal de la Champions, lo que me hace repasar para ejemplo de los demás su trayectoria como entidad y su brillante realidad social aún en el año en que intenta recuperar su puesto en primera división.
Con el primer equipo en la máxima categoría, su filial alcanzó la segunda división (nuestra meta soñada no hace mucho), pero lo que posiblemente muchos desconozcan es lo que hay detrás. Al igual que el primer equipo, la cantera amarilla ha ido creciendo a pasos de gigante y, actualmente, cuenta con más de 40 equipos que, desde los más pequeños hasta los del filial, tienen la misma filosofía de preparación, basado en la exigencia y el orden disciplinario para poder educar a los jóvenes tanto dentro como fuera del campo de juego.
En la temporada pasada, la del descenso del primer equipo, arrastrando al filial, hasta once equipos del Submarino han logrado ser campeones en su categoría, lo que da muestra de la espectacular evolución de su fútbol base. Esta temporada el Villarreal contará con su filial en Segunda División B y el Villarreal C en Tercera División. El Juvenil A militará, al igual que el Roda (equipo dependiente), en la División de Honor, la máxima categoría nacional a nivel juvenil.
Las instalaciones de su Ciudad Deportiva se componen de cinco campos de césped artificial y tres de césped natural, además del edificio principal, que ejerce de sede social del club. Con una extensión de 70.000 metros cuadrados, es el lugar habitual de trabajo del primer equipo y de todos los que componen las categorías inferiores del club. Esta instalación también la disfrutan a diario cuantos aficionados lo desean, participando en torneos locales, provinciales, universitarios, veteranos y de fútbol escolar.
La Ciudad Deportiva cuenta también con dos edificios, siendo el de más antigua construcción la Residencia. En la primera planta de esta instalación se encuentran los vestuarios completos para su uso profesional, una zona destinada para los médicos del club, una sala de musculación, un gimnasio, una sala de hidromasaje y varios despachos para el cuerpo técnico.
En la segunda planta está la cafetería con terraza exterior y vistas a los campos de fútbol, una cocina y una residencia que también alcanza a la tercera planta- con capacidad para más de un centenar de jóvenes futbolistas que buscan en el Villarreal conseguir ser profesionales del fútbol. La residencia acoge a jóvenes entre 14 y 18 años de todos los puntos de España y también del mundo entero.
Las jóvenes promesas cuentan con un educador especializado y cursan sus estudios en el instituto de enseñanza media Mircalcamp, que está junto a la Ciudad Deportiva. De esta forma, los cerca de cien jóvenes que hay en la residencia del Villarreal CF dedican sus horas al fútbol y también a sus estudios.
El crecimiento del Villarreal, sin embargo, no se ciñe exclusivamente a la parcela deportiva. De hecho, el Submarino ha construido un nuevo edificio de oficinas de más de 1.500 m2, situado frente al campo de entrenamiento del primer equipo, que alberga las dependencias de gestión y dirección de los amarillos. Desde el departamento de marketing, protocolo o comunicación, a la secretaría técnica o a los despachos de la directiva, todo tiene cabida en una construcción amplia, moderna y funcional que también alberga una cafetería para el disfrute de los aficionados amarillos e incluso hasta una agencia de viajes.
Por si fuera poco el Villarreal CF ha destinado una actividad especial para los niños de entre tres y seis años de edad, a modo de antesala a la entrada en el fútbol base de la escuela. El "curso de psicomotricidad" es una de las actividades más exitosas que organiza la entidad, que ya atraviesa por su quinta temporada, en el que ha ampliado considerablemente sus plazas a raíz de la gran cantidad de niños que aprenden, juegan y se divierten en las instalaciones de la Ciudad Deportiva.
Por si algún lector quiere más datos, les dejo el enlace con la página del Villarreal CF
Para éste modélico y envidiable club trabaja Milucho en nuestra zona, también lo hace otro gran conocedor del fútbol modesto gallego como Pedro Ferreira. Ellos son el ejemplo, el modelo a imitar. Tenemos materia prima, pero necesitamos gestores de verdad, con ideas, con conocimientos y con ganas de devolver al Pontevedra al lugar que por historia le corresponde. Si Villarreal puede, ¿por qué Pontevedra no?
Y todo esto en una ciudad que apenas sobrepasa los 50.000 habitantes, poco más que la mitad de Pontevedra. ¡Que no nos vengan con "milongas" ni nos vendan "motos"!. Para llegar hacen falta tres premisas: querer, saber y poder"Poder", podemos (el Villarreal es un ejemplo a imitar), pero "querer" y "saber"esa es otra historia.