Milagros Bará
Amelia Palacios
Hace unos días se inauguraba en la sala Sargadelos de Pontevedra la exposición de Amelia Palacios. La sala estaba abarrotada de gente desde primera hora para ver "una exposición un poco atípica", como ella misma la define, porque están presentes varios tipos de trabajos de distintas épocas, temas y estilos. Una delicia pasear entre las diferentes propuestas pictóricas que van desde la ilustración con rincones de Pontevedra, trabajos en torno a la camelia y las propuestas de paisajes, que es la línea más característica de su trabajo y donde más cómoda se siente.
Amelia Vázquez-Palacios Santos tiene unos ojos grandes, vivos, unos ojos que escuchan. Con esa mirada capta el color, las proporciones y los paisajes. Hija de Alex Vázquez-Palacios y de Amelia Santos, además es descendiente del famoso arquitecto Antonio Palacios. Es la pequeña de cinco hermanos y la única que ha seguido la estela artística de la familia.
Con sus veintinueve años estudia arquitectura en Oporto, a un tiro de piedra de Pontevedra, porque el enfoque de la carrera se adapta más a su forma de ver el mundo, la vida es más tranquila que en Madrid y el paisaje es muy parecido al de Galicia: es como estar en casa. La vida cultural en Oporto es trepidante y es la propia ciudad exige esa programación cultural. Casi cada mes se celebra la Fiesta del Arte en la calle de las galerías inaugurando todas el mismo día y a la misma hora, reúne a mucha gente. Esta propuesta atrae mucha gente que nunca había entrado a una galería y las acerca al mundo del arte.
Amelia usa los pinceles desde muy pequeña, pero no se había planteado dedicarse profesionalmente, hasta que en primero de arquitectura un profesor ve su potencial y le anima a tomarse la pintura como un medio más de expresión en su vida. Su primera exposición fue en La Petit Galerie de Teo en nuestra ciudad con seis cuadros y la acogida fue muy buena. A partir de ese momento empieza a producir obra para exponer.
Aunque parte de su pintura es abstracta matiza que siempre tiene como referencia el paisaje y siente su pintura como muy gallega "desde Madrid siempre pintaba Galicia, e iba buscando el mar", como ella misma reconoce "pintaba la morriña del paisaje". Algunas de sus obras, en esa época, se centran en el paisaje marino.
Le gusta mezclar los colores directamente sobre el soporte en tintas y acuarelas, buscando diferentes tonos y matices, siempre con materiales muy puros lo que hace que el lienzo se convierta en paleta. La mezcla de colores con esta técnica surge en el momento, cuando se fusiona el color sobre la obra creando en ese momento nuevos efectos. Amelia define su obra como "informalista tendiendo al abstracto", pero en dónde se identifica la atmósfera del paisaje de Galicia... la niebla, la bruma, la lluvia, la luz.
Expone en la Galería Sargadelos de Pontevedra hasta el día 30 de diciembre y se puede visitar en horario comercial, un buen plan para estos días de fiestas.