Tarde de trabajo para el Pontevedra con amistoso y transistores
Por Ramiro Espiño
Se trataba de limar asperezas, de restablecer las hasta no hace mucho tradicionales buenas relaciones entre los clubs, rotas por una desafortunada y censurable acción realizada por quien entonces regía los destinos de la entidad granate.
Villalonga y Pontevedra estrecharon lazos con una jornada en la que el campo de San Pedro fue escenario de una tarde de trabajo, con un partido amistoso entre ambos equipos, pero con protagonismo especial para los transistores, a través de los cuales los jugadores granates que no estaban en el cesped, seguían con interés el desarrollo de los partidos adelantados a la jornada dominical, en los que participaban sus rivales directos.
Manu Fernández aprovechó para realizar el trabajo sobre un escenario de hierba natural, circunstancia que, por desgracia, no tiene a su disposición habitualmente. Primero con una sesión de entrenamiento en la que participaron todos los jugadores desplazados, entre los que se encontraban varios del equipo juvenil. Luego con un partido amistoso ante los propietarios del terreno, en el que dispuso de dos equipos muy diferentes en cada tiempo.
Fue un ensayo con público. Algo más de un centenar de aficionados que acudieron a San Pedro para presenciar un partido de guante blanco, en el que ninguno de los técnicos quiso arriesgar más de lo imprescindible, conscientes de la importancia de sus respectivos compromisos del próximo domingo.
Por lo que respecta a los granates, ausente Kevin Levis, que se desplazó con el filial a Lalín, los únicos que no participaron ni un sólo minuto en el partido fueron Pedro Crespo, con molestias en los abductores, Caco, que tiene sobrecarga en los gemelos, y Pablo Carnero, que sufre molestias en los isquiotibiales. No obstante, salvo complicaciones, los mismos jugadores confirmaban a PontevedraViva que, con un poco de descanso en esta semana, esperaban llegar en condiciones para el partido del domingo.
En cuanto al partido, debido a las bajas de los cuatro jugadores anteriormente mencionados, Manu Fernández dispuso un equipo en el que quedan dudas sobre determinadas posiciones a cubrir, antes las ausencias por sanción de Pablo Lede, Yago Vázquez, Tubo y Benja.
El técnico alineó en los primeros 45 minutos a: Edu; Adrián, Pablo, Miguel, David Feito; David García, Fran Fandiño; Moreira, Benja, Javi Otero; y Luismi.
Por su parte el Villalonga formó con Lloves; Gabi, Leo, Cristóbal, Adrián, Cuqui, Antonio, Martín, Saúl, Héctor y Giao.
Fue un primer tiempo con claro dominio e iniciativa del equipo granate, que dispuso de dos mano a mano de Luismi con Lloves, que el meta local conseguiría salvar.
La segunda parte fue más nivelada. Manu Fernández cambió a todo el equipo, excepto Luismi, manteniendo únicamente a cinco jugadores de la primera plantilla: el citado Luismi, con Paco, Yago Vázquez, Pablo Lede y Tubo, a los que acompañaron seis componentes del equipo juvenil.
Los locales, que mantuvieron la mayor parte del bloque, dieron minutos también a Manu, Berto, Rafa, Arias, Ramón y Machu, y encontraron su recompensa con el único gol del partido, conseguido por Manu al transformar un penalti, señalado por el árbitro del partido, el pontevedrés Arturo Díaz Álvarez, por un agarrón cometido por Yago Vázquez en el minuto 81 de partido.
Mientras los minutos iban pasando, en la grada las miradas y atención de los jugadores granates que habían sido sustituidos, tras pasar por la ducha, estaban pendientes de lo que sucedía en otros campos de tercera, recibiendo con alegría las noticias de las derrotas de Boiro y Choco, porque esos resultados permiten a los pontevedreses que, en caso de derrotar el domingo al ÿrdenes, acceder al segundo puesto de la tabla, a la vez que descartan a otro rival en la lucha por los puestos de play-off.