Espazo Ecosocialista considera insuficientes as políticas de tratamento de residuos en Pontevedra
Por Redacción
Cada pontevedrés genera el año 390 kilos de residuos del cual sólo el 9% es reciclado. Es uno de los datos en los que se apoya Espazo Ecosocialista, partido que forma parte de la coalición Alternativa Galega de Esquerdas (AGE), para reclamar al Concello de Pontevedra una política de tratamiento de residuos más efectiva. Entienden que las cifras de reciclado que se registran en el municipio "son muy bajas" para los estándares europeos.
Aseguran que una ciudad que logró tantos reconocimientos por su modelo urbano centrado en la apertura de espacios públicos para el ciudadano, "no puede avanzar en esa línea si temas tan importantes como el tratamiento de la basura y el reciclaje son excluidos en la práctica del organigrama político del grupo de gobierno" y reclaman que las políticas de residuos no sean dirigidas por la empresa concesionaria "que es la que toma decisiones políticas y estratégicas".
Desde Espazo Ecosocialista reclaman, en esta materia, la instalación de puntos de recogida de voluminosos al lado de los otros contedores que permita la recogida puerta a puerta de este tipo de materiales, así como la puesta en marcha de puntos limpios de recogida de residuos inertes especiales: bombillas de bajo consumo, fluorescentes, CD o consumibles de impresoras, o de un mercado de trueque y de segunda mano de tecnología informática.
Además, considera que en Pontevedra se necesita una mayor sensibilización de la ciudadanía. Las cifras demuestran, según este partido, que la recogida selectiva de residuos en la propia casa "no se está siendo seguida mayoritariamente por la ciudadanía". Considera positivo el plan de compostaje en las parroquias del rural aunque creen que "parece muy pequeña la experiencia piloto de 50 compostadores ampliables a unos cuantos más".
Por último, con respeto a los animales de compañía, Espazo Ecosocialista apunta la necesidad de crear zonas específicas para ellos. Recintos pequeños cerrados por elementos vegetales o empalizadas, cubiertos de arena, en todas las áreas de paseo y ocio. "Se evita así que proliferen las deposiciones, los malos olores o las botellas de agua en las esquinas de los comercios", aseguran. Estas zonas deben ir acompañadas, señalan, de un aparato para la recogida y limpieza mediante agua de los residuos de las mascotas.