Ponte Caldelas endurece la ordenanza de limpieza para una mejor convivencia vecinal
Por Redacción
El gobierno municipal de Ponte Caldelas tiene ultimada ya la nueva ordenanza municipal de protección del medio ambiente, limpieza y prevención de incendios. Será aprobada, previsiblemente, en el pleno del próximo jueves y obligará a todos los vecinos a colaborar en estas tareas para una mejor convivencia en la villa.
La nueva ordenanza tiene como objetivo, señala el Concello, regular aspectos de la convivencia entre todos los vecinos, llenando algunos vacíos normativos y facilitando una mejor calidad de vida y una mejor seguridad para todos.
El texto, que consta de 57 artículos, quiere también dar un impulso importante a la lucha contra el fuego forestal y por eso incorpora muchas de las previsiones de la Ley gallega 3/2007 sobre esta materia.
Al mismo tiempo incluye títulos específicos dedicados a la limpieza de la vía pública, uso privativo de los espacios públicos municipales, limpieza de las propiedades privadas, tratamiento de los residuos sólidos urbanos, uso del punto limpio, recogida selectiva y retirada de vehículos abandonados.
El alcalde subraya que se trata de un texto "muy bien trabajado" por los técnicos municipales y que va a permitir regular campos de la vida local a favor de los intereses generales.
Por este motivo anima a los vecinos a informarse adecuadamente del contenido de esta ordenanza, a presentar alegaciones que contribuyan a enriquecerla durante su período de exposición pública, y finalmente a colaborar en su cumplimiento, porque "son normas básicas que van en beneficio de todos, en beneficio de Ponte Caldelas".
ÁMBITOS DE LA ORDENANZA
La ordenanza hace una mención expresa a la normativa gallega en materia de prevención de incendios forestales recordando el deber de su cumplimiento, tanto en la limpieza como en la gestión de la biomasa, evitando actividades peligrosas.
Obliga a realizar las labores preventivas de limpieza antes de 30 de junio. En suelo urbano y núcleo rural será obligado limpiar la totalidad de la parcela y en los espacios definidos legalmente como redes secundarias de gestión de biomasa será necesario limpiar la maleza en una franja de 50 metros hasta el suelo urbano, viviendas, depósitos de basura e instalaciones industriales. Además, en los primeros 30 metros no podrá haber especies que faciliten la propagación del fuego.
La ordenanza incluye como anexos las relaciones de especies prohibidas en esta franja de protección, que son distintas variedades de pino, mimosa, acacia negra, eucalipto, queiruga, carqueixa, gesta, carpaza, piorno, fento, silva y tojo. Por el contrario, las especies frondosas, que sí son admitidas, son el ameneiro, pradairo, abedul, fresno, castaño, cerezo, roble, cerquiño, sobreira, carballo albar, encina, abeleira, faia, umeiro, laurel, sorbeira del monte, capudre, nogal y érbedo.
La nueva ordenanza caldelana destaca también el deber de conservar las edificaciones y la obligación de los propietarios de terrenos colindantes con la vía pública a mantenerlos libres de maleza en una franja de dos metros medida desde el límite de la vía. Además deberán estar vallados permanentemente.
En el apartado de limpieza se prohíbe depositar todo tipo de residuo en la vía pública, así como tirar papeles o pequeños objetos al suelo tanto para peatones como para conductores. Los residuos vertidos en los contenedores deberán estar siempre envueltos en bolsas de plástico y ocupando el menor espacio posible. También se destaca la prohibición de depositar o acumular cualquier tipo de basura en las fincas privadas.
Queda prohibido el depósito de residuos voluminosos, menaje o muebles viejos en la vía pública, estableciéndose el deber de trasladarlos hasta el punto limpio para su depósito. Lo mismo sucede con los aparatos eléctricos o electrónicos y los residuos peligrosos, entre los que se incluyen pinturas, barnices, colas, productos de limpieza, aceite de automóviles, disolventes, aerosoles y baterías. Todo ello deberá entregarse en el punto limpio situado en el polígono de la Reigosa.
La ordenanza se detiene especialmente a regular la limpieza de los espacios públicos en el entorno de quioscos, bares, terrazas y puestos de venta y obliga a los empresarios a proceder a la limpieza de estos espacios. El mismo deber recae sobre los organizadores de todo tipo de actos públicos.
En el campo rural, el texto introduce el deber de limpiar la suciedad producida por vehículos que salen de fincas agrícolas a las vías públicas, con especial mención a las manchas de aceites, grasas y a los vertidos de restos de tierra de labranza, vendimia, abonos o estiércol.
Por otra parte, con respeto a la colocación de carteles y pancartas, se prohíbe la utilización como soporte de cualquier elemento del mobiliario o el servicio público.
Además, se obliga a la retirada y limpieza de todo tipo de carteles una vez cumplido su fin, y se limita su instalación a las campañas electorales, fiestas populares y autorizaciones expresas de la Alcaldía. Quedan también prohibidas las pintadas en todo el municipio, excepto casos excepcionales expresamente autorizados.
La ordenanza es sensible también a una petición realizada reiteradamente al gobierno local y pasa a obligar a los dueños de los perros a llevarlos con correa y a recoger los excrementos. Se fijan como responsables de las posibles infracciones a las personas que vayan con el animal, así como a los propietarios.
En el régimen sancionador, prevé que cualquier persona física o jurídica pueda denunciar ante el Concello cualquiera de las infracciones en ella tipificadas. Las sanciones previstas van de los 750 euros en el caso de las infracciones leves, a los 3.000 euros en el caso de las más graves, siempre en función de las características y del daño producido.