Calor y fervor religioso, un año más, en la romería de verano de San Benitiño de Lérez
Por Diego Torrado
Desde la Alta Edad Media, los fieles asisten el 11 de julio hasta el Mosteiro del Divino Salvador de Lérez para rogarle a San Benitiño, el santo más "milagreiro", la curación de los males, sobre todo los relacionados con la piel.
A primeras horas de la mañana, numerosas personas se acercaban hasta el santuario para cumplir con la tradición de pasar tres veces por debajo del altar y llevarse el aceite para la cura de las verrugas, además de dejarle billetes a la figura del santo, en un año en el que los devotos también pidieron por la mejora de la economía.
Este año se cumplen los 1.100 años de la fundación del monasterio de la orden benedictina. La misa principal se desarrolló a partir de las 13.00 horas y a su conclusión se llevó a cabo la procesión por el entorno.
Esta celebración va unida a una romería popular, que también cuenta con tradición y con cientos de seguidores. En esta ocasión, debido a la aparición de la toxina, no se repartieron mejillones pero sí empanada, a cargo del Concello, en las proximidades a la playa fluvial del río Lérez.