Así fue el estreno de Sofar Sounds en Pontevedra, una cita a ciegas con la música
Por Alejandro Espiño
En 2009, ocho amigos se reunieron en un ático de Londres. Entraron en el salón, se sentaron en el suelo y, con una bebida en la mano, disfrutaron de la música que empezaba a sonar. Un ambiente íntimo en el que descubrieron a artistas emergentes escogidos por su anfitrión.
Así fueron los primeros pasos de Sofar Sounds, que catorce años después se ha convertido en una comunidad global presente en más de 400 ciudades de todo el mundo. Toda una cita a ciegas con la que devolver la magia a la experiencia de escuchar música en directo.
Y es que, a pesar de haberse convertido en todo un fenómeno social, ha logrado mantener cierto halo de misterio. Los asistentes conocen dos días antes la dirección del anfitrión y, el mismo día, justo antes del concierto, el nombre de los tres grupos que van a escuchar.
Crear un espacio en el que solo importe la música es el espíritu de este Sofar Sounds, que el pasado viernes celebró su primer encuentro en Pontevedra. El lugar elegido, el espacio de coworking Planeta29, reconvertido para la ocasión en un improvisado escenario.
Medio centenar de personas habían agotado desde hacía semanas las entradas disponibles para esta cita. Todas ellas atravesaron las puertas hacia una experiencia desconocida, arropados por una decoración que contribuía a reforzar ese sentimiento de intimidad.
Con el público acomodado en el suelo, en las sillas desplegadas por todo el espacio o incluso un banco de madera o un columpio colgados del techo, llegaron las primeras indicaciones: apagar teléfonos móviles, respetar a los artistas, dejarse llevar y, sobre todo, disfrutar de la experiencia.
El 'honor' de subir el telón de la comunidad Sofar Sounds en Pontevedra lo tuvo la cantautora viguesa Sanny. "Para os músicos está moi ben porque permite achegarte a novos públicos que non chegarían a ti de outro xeito", ha explicado la artista a PontevedraViva.
Tejer redes con otros artistas es otro de los valores que destaca de esta experiencia, de la que ya formó parte en Oporto, mostrando una música con muchas influencias del folk americano y de compositoras más próximas al indie como Sharon Van Etten y Phoebe Bridgers.
Así, un público en completo silencio, "algo que se agradece porque senón estás máis nerviosa", pudo disfrutar de un sonido folk moderno con un áurea íntima y honesta a través de temas como Coming Home, Gravestone Ballad o Bird in a Cage, dedicada a las "mulleres bravas".
Tras ella llegó el turno del británico Adrian Timms, un músico afincado en Galicia desde que tenía diez años, que agradeció a los asistentes haber dado un "salto de fe" y haber acudido a este concierto "sin saber a quién ibais a ver".
"Es genial tener un público respetuoso que a veces es difícil conseguirlo en un concierto sobre todo cuando estás empezando", subrayaba este joven cantautor, que define su música como "sentimental", moviéndose artísticamente "entre lo suave y lo desgarrador".
Hasta ahora sus proyectos, vinculados con el folk, fueron en formato acústico -como el que ofreció en este Sofar Sounds-, en el que presentó canciones como I Got You, Only One o You Make Me Proud,, a los que prevé añadir baterías electrónicas o sintetizadores.
Y tras estas dos actuaciones, mucho más reposadas, llegó la hora de bailar. Para el final, los organizadores habían reservado la actuación de Enxeito, una banda de O Morrazo que mezcla ritmos del funk, el rock o el rap con las melodías del soul y la musicalidad del gallego.
"Estamos sorprendidísimos coa resposta e moi emocionados", destacó uno de sus vocalistas, David Liñeira, que celebró la conexión que tuvieron con el público "porque tiñamos medo de non compaxinar cos outros dous artistas".
Aunque partían de un formato acústico, reconoce que "é imposible que nos controlemos" y desplegaron un show lleno de energía en el que sonaron Superfunk, Do Revés o A penúltima, ofreciendo un espectáculo "moi bonito, moi característico e que a xente lle gusta moito".
Tras el éxito rotundo de este primer Sofar Sounds en Pontevedra, el reloj se ha puesto en marcha. Ha comenzado la cuenta atrás para la siguiente cita. Como siempre, llegará cuando menos nos lo esperemos pero con el mismo espíritu: hacer de la música algo inolvidable.