El 13 de noviembre de 2002 comenzaba la pesadilla medioambiental que no se olvidará en Galicia ni fuera de Galicia. Quince años después hemos reunido en el estudio de PontevedraViva Radio a Anxos Riveiro que en aquel momento fue una de las personas que coordinó la oficina de voluntariado que puso en marcha el Concello de Pontevedra; a José Antonio Gómez presidente de la Federación Provincial de Cofradías y patrón mayor de Portonovo; y a Xosé Manuel Abraldes, hoy alcalde de Barro y entonces el portavoz de la plataforma Nunca Máis en Pontevedra.
Los tres coinciden que fueron meses muy intensos, que a raíz de esta tertulia les han venido a la cabeza muchas imágenes "unas de rabia y otras maravillosas gracias a los voluntarios". Comenzamos con la siguiente pregunta ¿cómo y dónde tuvieron conocimiento de la presencia del Prestige en la costa gallega?
José Antonio Gómez recuerda que estaba en la mar cuando escuchó la noticia por la radio. "En principio parecía que estábamos lejos de aquel barco y no teníamos la preocupación de la gente de la Costa da Morte". Xosé Manuel Abraldes venía de trabajar y vio las primeras imágenes por televisión. "Las autoridades quitaban importancia a aquello y sí venían a la mente anteriores tragedias marítimas. La preocupación se hizo más nítida cuando medios internacionales nos decían lo que estaba pasando y lo que podía suceder". Anxos Riveiro recuerda que "el alcalde dijo: hay un barco por ahí dando vueltas que puede traer peligro. Creo que estábamos preparando las actividades de Nadal y aquella primera noticia nos la dio él".
¿Y cuándo, al ser conscientes de la tragedía que había delante, se comenzó a hacer algo? "Los siguientes días poca información llegaba, pero ya nos pusimos a disposición con los medios que tuviéramos para lo que hiciera falta", recuerda Anxos. "Se daban varias circunstancias: cómo se aproximaba una desgracia para nuestro país, la pasividad de la administración, ver que la gente quería hacer algo y había que organizarlo - de hecho el Concello fue el primero de Galicia porque venía gente de todos sitios y material de todo tipo.Sigo teniendo la sensación de que no se agradeció lo suficiente a empresas, concellos y particulares todo lo que se ofrecieron y ayudaron. Ese agradecimiento todavía lo tengo presente porque me parece que nunca fue suficiente ese agradecimiento. También es un orgullo mirar atrás y ver que no hicimos las cosas tan mal".
El patrón apunta que "la gente del mar en contínuas reuniones que teníamos, solicitamos poder subir cada día un patrón en aquellas avionetas que sobrevolaban la costa. El día 2 (diciembre) ya vimos la zona de Cíes y Ons con manchas tremendas. El día 3 hice una reunión en mi cofradía para salir y evitar que entrara el fuel y a las seis de la madrugada yo ya estaba desbordado porque habían venido barcos de toda la ría y todo tipo dispuestos a ello".
Abraldes añade en su caso que "ante situaciones previas, el silencio de la administración y viendo que lo que venía era grande había que darle respuesta, un grupo de colectivos se organizan para reivindicar una respuesta institucional correcta a aquella tragedia. Además de la respuesta de reivindicación fue la capacidad de la sociedad para autoorganizarse y dar soluciones por si misma. Fue algo que dignifica a este pueblo y es de agradecer la solidaridad de todo el mundo que ayudó".
Además de múltiples aspectos relacionados con aquella catástrofe, pasando por el juicio y las indemnizaciones establecidas esta misma semana, les planteamos ¿con qué se quedan de aquella experiencia en cada caso particular? Gómez dice "con el voluntariado, personas de todo tipo y condición y una imagen que no se me olvidará el resto de mis días: una pareja de más de 80 años, muy muy humildes, se me acercaron y dijeron que por su edad y estado no podían salir a ayudar al mar ni a las playas, pero me dieron una bolsa dos cartones de leche, dos kilos de arroz una botella de aceite y otro producto que no recuerdo, no se me olvidarán".
La concejal pontevedresa indica sin duda: "De una parte que ante la falta de dirección la gente fue capaz de organizarse y de otra el profundo rencor que me provocaron aquellas palabras de Rajoy -que estábamos siguiendo desde el parque de bomberos- diciendo que eran hilillos de plastilina y al mismo tiempo estar viendo cómo la gente llegaba derrotada y sucia de las playas de sacar chapapote".
Para el actual alcalde de Barro "lo que representó el movimiento Nunca Máis es algo que va a quedar por muchas generaciones. Esa dignidad, respuesta social, organizarse...como por desgracia habrá futuras ocasiones en que haya que mostrar esa rabia, aquello quedó acuñado y lo que representó queda para mostrar la indignación cuando sea necesario".