El CRE de la ONCE en Pontevedra dará apoyo a 356 alumnos ciegos que se incorporan a las aulas en toda Galicia
Por Redacción
Un total de 356 estudiantes ciegos o con discapacidad visual grave de Galicia se incorpora en los próximos días a las aulas junto al resto de compañeros. El 99,6% se integra en centros ordinarios de enseñanza con el apoyo de la ONCE y las administraciones educativas. Para los nuevos universitarios, la organización ofrece un programa "in situ" de adaptación a los nuevos entornos
Esos 356 alumnos con ceguera y discapacidad visual grave se reparten de cara al nuevo curso 2017/18 entre los diferentes niveles educativos: 60 escolares comienzan la Educación Infantil, 82 están escolarizados en Educación Primaria, 54 han llegado a la ESO, 15 cursan Bachillerato, 20 se preparan en centros de FP, 45 se incorporan a las tres universidades gallegas y 80 están inscritos en otro tipo de enseñanzas.
Todos los alumnos, con independencia de su lugar de residencia, reciben el apoyo especializado del equipo específico de atención educativa del Centro de Recusos Educativos (CRE) que la ONCE tiene en Pontevedra.
Además, para cada nuevo curso, los servicios de producción bibliográfica de la ONCE trabajan intensamente para que el alumnado con ceguera pueda disponer, desde el primer día de clase, de los mismos libros de texto que sus compañeros, solo que transcritos al sistema braille o otro soporte, así como toda la documentación necesaria (apuntes y cualquier otra documentación de interés) en formato accesible.
Muchos de ellos cuentan además con tecnología adaptada de última generación para seguir el curso en igualdad de condiciones: ordenadores con voz, anotadores y calculadoras parlantes, o impresoras en braille, entre otras.
En este sentido, la ONCE lanza cada año un mensaje a las administraciones y todos los implicados en el proceso curricular para que cualquier innovación tecnológica en el aula tenga siempre en cuenta la accesibilidad porque, de lo contrario, puede dejar fuera a estos estudiantes con discapacidad visual y colocar frente a ellos barreras a veces insuperables. Páginas webs, aplicaciones, libros y otros apoyos educativos deben cumplir la máxima de diseño para todos.