Evita ir a prisión por tráfico de drogas porque era adicto y se desintoxicó
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
El vecino de Cambados J.R.R. confesó este martes ante el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial que en noviembre del año 2015 vendió droga en su domicilio y, tras alcanzar un acuerdo de conformidad con la Fiscalía, aceptó que le impongan una pena de tres años de prisión, pero, al mismo tiempo, que no tenga en entrar en la cárcel a cambio de no delinquir y no volver a caer en su adicción a las sustancias estupefacientes que tenía cuando cometió el delito.
El fiscal pedía inicialmente para J.R.R. cuatro años de prisión como autor de un delito de tráfico de drogas y el pago de una multa de 4.000 euros. La sanción económica se mantiene, pero la prisión se redujo porque el fiscal tuvo en cuenta la circustancia atenuante de drogadicción.
Con la conformidad tanto de la defensa del acusado como del fiscal, se suspenderá su pena para que evite el ingreso en prisión, pero todo condicionado a un tratamiento de desintoxicación y a cinco años sin cometer ningún delito. Curiosamente, ese tratamiento de deshabituación ya está terminado y, según han constatado fuentes judiciales este martes, el acusado ya está dado de alta y "limpio" de drogas.
El acusado y el fiscal anunciaron que no recurrirán la sentencia, de modo que la Sección Segunda de la Audiencia dictará una resolución condenatoria en los términos acordados por ambas partes que ya será firme y no recurrible.
El acusado fue detenido en noviembre de 2015 como consecuencia de una denuncia ciudadana en la que se ponía de manifiesto la existencia de un punto de venta de droga en su vivienda en Cambados. La Guardia Civil realizó un dispositivo de vigilancia en las inmediaciones de la casa y pudo comprobar que desde la vía pública se percibía un fuerte olor característico de las plantas de cannabis sativa que procedía del interior de la vivienda.
Además, tras varias vigilancias los días 7,15 y 16 de octubre y 4 de noviembre de 2015, los agentes comprobaron que el inmueble era frecuentado por numerosas personas que, cuando salían del mismo, llevaban diversas cantidades de marihuana. Con autorización judicial realizaron un registro en el que localizaron 6,639 gramos de cocaína, 289,5 gramos de marihuana y 1.832 gramos de hachís.
Además, intervinieron diversos elementos utilizados en el cultivo de las plantas, entre ellos temporizadores, ventiladores, focos de calor o pantallas reflectoras, así como básculas y bolsitas para el pesaje de las sustancias y 530 euros en efectivo.