El acusado de intentar matar a dos hermanas niega que las atropellase a propósito: "Iba cegado por el sol"
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
El vecino de Vilagarcía Juan P.R. ha negado este martes que el 11 de junio de 2014 intentase matar a dos hermanas en el lugar de A Torre, una de ellas vecina suya con la que tenía mala relación. Se sentó en el banquillo de la Audiencia Provincial acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa porque tanto el fiscal como la acusación particular sostienen que las atropelló con su coche a propósito para acabar con su vida, pero él sostuvo que no lo hizo con intención sino que las llevó por delante sin saber que eran ellas y por accidente porque "iba cegado por el sol".
Tras el juicio, el fiscal del caso, Juan Carlos Aladro, decidió cambiar su acusación contra Juan P.R. En un primer momento pedía que fuese condenado a 18 años de prisión, nueve por cada delito, pero, tras analizar las pruebas que se exhibieron durante la vista oral, redujo su petición y pide al tribunal de la Sección Cuarta de la Audiencia que le imponga diez años, cinco por cada delito. También la defensa del procesado, que ejercen los abogados Eloy Artime y Carmen Ventoso, decidió modificar su escrito de acusación inicial, en su caso, para pedir a las magistradas que tengan en cuenta la circunstancia atenuante de arrepentimiento espontáneo.
El acusado explicó que ese día cogió el coche de su hermana para ir al juzgado, pero se dirigió hacia la zona de la casa de una de las dos mujeres atropelladas para dar la vuelta en una plaza próxima. Tras eso, iba a unos 20 kilómetros por hora cuando, sin darse cuenta, atropelló a dos mujeres, pero asegura que antes de alcanzarlas, no las vio. Sí las distinguió tras darles con el coche, pero no supo quiénes eran en ese momento.
Tras el atropello, asegura que no se paró porque no tenía teléfono para pedir ayuda, sino que se dirigió hacia su casa para pedir a su madre que llamase a la Policía. Su madre no quiso declarar durante el juicio alegando que "no quiero, no estoy bien", pero sí prestó testimonio su hermana, que estaba en casa en ese momento y asegura que él entró por el portal "gritando y diciendo que llamásemos a la Policía, que había atropellado a unas mujeres".
Con este testimonio, la hermana corrobora la versión del acusado, que discrepa con la de las presuntas víctimas. Una de las mujeres, M.I.M.C. tampoco vio a quién le atropelló, sino que "solo vi un reflejo rojo y ya estaba en el suelo", pero su hermana, M.M.C., aseguró en la sala de vistas que sí distinguió al acusado y, justo antes de atropellarlas, "estaba rindo". Además, asegura que las dos estaban pegadas al muro de la casa de su hermana cuando "mirei un coche de frente, de repente, empeza a acelerar, xira un pouco ao noso lado" y se las llevó por delante.
El acusado y una de sus víctimas, M.I.M.C. eran vecinos y tenían una mala relación que ya habían llevado a la mujer a presentar diferentes denuncias, alguna por amenazas de muerte, y a varios juicios de faltas por lesiones, amenazas, vejaciones injustas y daños. Poco antes del atropello, habían dictado una orden de alejamiento que le impedía acercarse a ella.
Como consecuencia de los hechos, su hermana sufrió politraumatismos, múltiples heridas, un esguince, rotura parcial de ligamento cruzado posterior y contusiones óseas y M.I.M.C. varios traumatismos graves y múltiples erosiones.
Un médico psiquiatra que atendió al acusado durante diez años entre 1998 y 2007 y los forenses que le atribuyeron tras estos hechos confirmaron que presenta un trastorno mixto de la personalidad, y en el momento de los hechos conservaba la capacidad de comprender, pero tenía ligeramente disminuida la capacidad de actuar conforme a esa comprensión. "Sabe lo que hace, comprende que lo que supuestamente hizo no está bien, pero la capacidad reflexiva en ese momento en concreto no estaba al 100%", señalaron las forenses. El psiquiatra añadió que era una persona "fácilmente irritable" y "puede responder impulsivamente a ciertos actos".