Detenido el conductor de una espectacular persecución policial por Pontevedra, Marín y Bueu
Por Natalia Puga
Circuló en sentido contrario a la circulación, alcanzó velocidades de hasta 155 kilómetros por hora en zonas limitadas a 80 y de 120 en tramos de 50, cruzó por encima de una mediana, puso en peligro a numerosos vehículos y peatones, ignoró señales luminosas y acústicos emitidas por la Policía Local para que detuviese su marcha y todo con un vehículo que no era suyo y sin tener permiso de conducir.
Podría ser el argumento de una película, pero es la escena que protagonizó un pontevedrés por diversas calles del centro de la ciudad y por a autovía de Marín y esta localidad hasta Bueu. La espectacular persecución policial se produjo a mediodía del viernes 5 de octubre, pero el protagonista no logró ser localizado ese mismo día. Le dio esquinazo a un motorista de la Policia Local que le siguió hasta la rotonda de Mogor pero luego le perdió la pista al introducirse éste por carreteras secundarias.
Finalmente, una patrulla le detuvo este martes día 9, cinco días después, en su casa del centro de Pontevedra y le puso a disposición judicial como autor de varios delitos contra la seguridad vial, entre ellos el de conducción temeraria. El vehículo con el que protagonizó la escena relatada había sido localizado momentos antes en un aparcamiento de la calle Rosalía de Castro.
La persecución que protagonizó comenzó a partir de las 13.50 horas. Dos agentes motorizados de la Policía Local se encontraban en la calle Manuel del Palacio ante la presencia de varios vehículos estacionados sobre la acera cuando observaron que un turismo Nissan Sunny hacía un giro prohibido en drección a Marín.
Hizo ademán de pararse ante las señales de la Policía y, en el último momento, les esquivó
Los agentes encendieron las señales acústicas de sus motos y siguieron la marcha del vehículo pidiéndole que se detuviera. En un primer momento hizo caso omiso a la presencia policial, pero, en un momento dado, hizo ademán de detenerse, de forma que uno de los policías se puso a su altura para darle el alto. En ese momento, la reacción del conductor fue dar marcha atrás, esquivar al agente y seguir la marcha en dirección a la avenida de Marín y la rotonda de San Roque, pero en el sentido contrario a la circulación marcada para la vía .
La otra moto policia le siguió y contabilizó que alcanzó una velocidad de 70 kilómetros por hora en un tramo limitado a 30. Debido a la velocidad a la que circulaba y a que circulaba en sentido contrario, varios vehículos tuvieron que desviarse del carril para dejarle paso y evitar colisiones. Siguió con este proceder hasta que, en un momento dado, se subió a la mediana, la saltó y cambió de sentido para ir en el correcto.
La patrulla que le seguía realizó la misma maniobra, siempre con las señales acústicas y luminosas encendidas para alertar al resto de conductores. Al llegar a la altura de la rotonda de San Roque, el conductor del Nissan giró en la glorieta en sentido contrario al correcto y siguió por la avenida de Marín, sin aminorar la marcha de 70 kilómetros por hora ni siquiera ante los pasos de peatones.
El conductor alcanzó los 155 kilómetros por hora por la autovía de Marín y los 120 en Os Praceres
Cuando se incorporó a la autovía de Marín llegó a alcanzar los 155 kilómetros por hora, estando la vía limitada a 80, y a la altura del colegio Sagrado Corazón de Os Praceres circuló a 120 por hora en un tramo estipulado para 50. En todo ese trayecto, varios coches tuvieron que apartarse de la calzada para no ser alcanzados y los peatones echarse hacia atrás en la acera. Además, el Nissan estuvo a punto de salirse de la calzada en varias ocasiones.
Durante todo el recorrido, según la versión aportada por el agente que le seguía, realizó varios adelantamientos peligrosos que pusieron en riesgo a los conductores que circulaban tanto por su mismo carril como por el contrario. Siguió por el centro de Marín y, ya a la salida del núcleo urbano, obligó a un autobús escolar a detenerse para no colisionar.
La persecución se prolongó por la carretera que une Marín y Bueu hasta que, después de la rotonda de Mogor, el turismo se metió por pistas secundarias y el motorista que le seguía le perdió de vista. A pesar de ello, durante todo el recorrido logró registrar los datos de su vehículo y matricula y también llegó a verle la cara.
Con estos datos, la Policía Local acabó identificando al conductor como un vecino de Pontevedra de 39 años y comprobó que carecía de permiso de conducir porque nunca llegó a obtenerlo. El martes acabó localizándole y descubriendo que el coche en el que protagonizó la huída de la Policía Local no era de su propiedad.