Los periodistas pontevedreses premian a los Bomberos y 'castigan' a ENCE y Rajoy
Por Redacción
Hay un día al año en el que los periodistas de la ciudad de Pontevedra aparcan por unas horas el ajetreo diario, el estrés de la actualidad y la sana competencia por buscar el mejor titular. Toca compartir mesa y mental en la cena anual que el colectivo celebra para conmemorar el día de su patrón, San Francisco de Sales.
Y ese día, fue este viernes. Más de medio centenar de profesionales de la información se reunieron en El Mundo de Sepo, en el Centro Comercial A Barca, para celebrar este tradicional evento de confraternización que ha llegado a su mayoría de edad, tras 18 años organizándose de forma consecutiva.
La cena, cuya organización había recaído por azar en Canal Rías Baixas, se convirtió como siempre en una agradable velada en la que los compañeros de la prensa compartieron risas, confidencias y analizaron los asuntos de la actualidad que han marcado los últimos meses de su actividad profesional en Pontevedra.
En el marco de este encuentro, la prensa pontevedresa entregó sus simbólicos premios anuales. El premio Naranja, a la persona o colectivo que mejor se ha portado con los periodistas este año, facilitándoles su trabajo; y el premio Limón, que reconoce todo lo contrario, aquella persona física o jurídica que se ha convertido en un quebradero de cabeza durante los últimos doce meses.
El primero de ellos recayó en los Bomberos de Pontevedra, por aplastante mayoría. El esfuerzo realizado en la extinción del incendio de A Ferrería del pasado lunes y, por otro lado, su permanente disposición a colaborar con los periodistas de la ciudad y facilitar información sobre sus actuaciones les hicieron merecedores de este reconocimiento.
El Limón, por otra parte, estuvo algo más disputado pero finalmente ENCE y Mariano Rajoy, por la decisión del gobierno de conceder la prórroga a la pastera, fue la opción ganadora. Muchos votos acumuló también María Rey, portavoz de Ciudadanos, y Carmela Silva, presidenta de la Deputación de Pontevedra, pero ninguna de ellas tanto como el binomio elegido, que acumuló cerca de un tercio de los votos.
La fiesta continuó hasta bien entrada la madrugada por el centro histórico de Pontevedra y con la promesa de volver a juntarse el próximo año.