"Mis hijos y yo no queríamos que mi marido entrase en los negocios porque era un alcohólico"
Por Natalia Puga
La mala relación familiar que tenían con su marido, su padre y su hermano, su condición de alcohólico y la prosperidad de la bodega y el vivero de almejas que tenían. Parecen circunstancias inconexas, pero tienen algo en común, son los argumentos aportados por cinco acusados de blanqueo de capitales para sostener su inocencia y desvincularse de las actividades relacionadas con el narcotráfico que realizaba el narco arousano ya fallecido Manuel Barroso Millán.
"Mis hijos y yo no queríamos que mi marido entrase en los negocios porque era un alcohólico", declaró la viuda del fallecido, Laura Poza Rodríguez. La mujer aseguró que se casó con él en 1978 y en 1981 ya hicieron separación de bienes porque el matrimonio estaba roto, aunque seguían conviviendo. La relación se complicó después de que el hombre entrase en prisión por tráfico de drogas. "Cuando vino de la cárcel venía intratable", indicó al respecto su hijo Carlos Barroso.
Debido a esta mala relación, los negocios que tenía ella eran "solo míos" y, de hecho, creó sin contar con Manuel Barroso uno nuevo del que el fiscal asegura que se utilizaba para blanquear, la bodega Montegrande Vinícola S.L. Ella indicó que tan sólo eran socios sus hijos, ella y su cuñada (hermana del fallecido) y que "a mí mi marido nunca me dio nada".
Esta misma línea de defensa la utilizaron sus dos hijos, Mónica y Carlos Barroso Poza; y su hijastro, Juan Manuel Barroso Maneiro, quienes, además, también se negaron a responder a las preguntas del fiscal y del abogado de la quinta acusada, la hermana de su padre María Esther Barroso Millán.
"No me encuentro con fuerzas", explicó Carlos Barroso para justificar que sólo hablaría con su abogada. Tanto él como su hermana coincidieron en otra queja, aseguraron que la declaración que realizaron en su día en el juzgado no se corresponde con la que obra en autos y que la firmaron como que era suya obligadas.
Al respecto, el acusado Juan Manuel Barroso se quejó de que desde el inicio de la instrucción del caso ha enviado escritos al juez denunciando que su primera declaración en el juzgado declaró teledirigido por el Servicio de Vigilancia Aduaera y reconoció que su padre era el que dirigía, en realidad, los negocios familiares porque se lo habían indicado "o si no no volvía a ver a mis hijos".
La hermana de Manuel Barroso sí respondió a todas las partes en su interrogatorio. En su caso, relató que figuraba como socia de la bodega porque su hermano le pidió que así lo hiciese en las escrituras, pero que el dinero lo puso él y ella ni siquiera llegó a hablar del negocio con sus supuestos socios y también aputados, "no tenía relación con ellos".
De hecho, según indicó, tan solo fue socia ocho meses porque firmó auspiciada por sus padres para no crear un problema familiar, ya que su otra hermana estaba muy enferma y ella quería mucho al fallecido, pero que ella no sabía nada de la vida del narco, ya que no vivía en O Salnés. No sabía ni que tenía relación con el narcotráfico hasta que años más tarde lo leyó en los periódicos.
Fiscalía pide para los cinco acusados que este martes se sentaron en el banquillo de la Audiencia de Pontevedra un total de 20 años de prisión por blanqueo de capitales procedentes del tráfico de drogas. El juicio continuará este jueves 17 de enero.
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