¿En silla de ruedas a la Oficina de Consumo? "Obviamente, no"
Por Natalia Puga
- ¿Eres capaz de entrar en la oficina en una silla de ruedas?
- Obviamente, no.
El diálogo se repitió en decenas de ocasiones durante la mañana a las puertas de la Oficina de Consumo de Pontevedra, en el Paseo de Cervantes. La pregunta la hacían alumnas de la Facultad de Ciencias da Comunicación. La respuesta la daban los usuarios que al entrar a las instalaciones se encontraban con una silla de ruedas en la puerta.
Las alumnas pusieron en marcha una iniciativa a la que han dado en llamar "acción de guerrilla", que consistía en situar sillas de ruedas a las puertas de la oficina de Consumo y pedir a los usuarios que intentasen subir los ocho escalones que separan la puerta de las instalaciones por este medio. El objetivo final era concienciar a los usuarios "das necesidades que existen para moitas persoas" a la hora de acceder a inmuebles públicos.
Las estudiantes grabaron toda la acción en video para realizar un montaje final en clase. Muy pocos se atrevieron a sentarse en la silla e intentarlo. En cuanto se le formulaba la pregunta, la respuesta se repetía: "no lo voy a hacer, obviamente no lo puedo hacer". "Te aseguro que no soy capaz", se oyó también en varias ocasiones.
Luis Miguel Alonso fue uno de los valientes que sí lo intentó. "Imposible así. Vamos a intentarlo hacia atrás. No puedo", señalaba sentado en la silla. Cuando ya se levantó confesó que, "en realidad no hacía falta subirse para comprobarlo, bien se ve que es imposible".
Lo intentó también Estefanía Esperón. "Yo lo intento, sí, pero esto es imposible", decía mientras daba vueltas y vueltas a la silla intentando encontrar la fórmula para subir. Destacó que, además, "aunque una persona intente ayudarte, no puede, no pueden ni entre dos".
La asociación de personas con discapacidad Amizade Pontevedra acogió con muy buenos ojos la iniciativa y varios integrantes de la entidad acompañaron a las alumnas en su experimento. Su presidente, Paulo Fontán, explicaba a las puertas de la Oficina de Consumo que el objetivo de la acción es "que as persoas se poñan na pel e sintan a discriminación que sentimos nos á hora de acceder a establecementos públicos e privados".
En su caso, intentó acceder a estas instalaciones, de las que insiste que son "dunha adminsitración pública e, encima, de consumo" y que "é imposible", pues primero tienen un paso desde la calle hasta los soportales y luego ocho escalones. "¿Intentarlo? ¿Para qué?", preguntaba a su vez un compañero de la asociación. Indican que sí podrían subir, pero con la ayuda de más de dos personas y el objetivo es "que poidamos facelo de forma autónoma, coma alguén que non vai en cadeira de rodas".