José Antonio Gómez Novoa
Ventana indiscreta: El color del dinero
Una mujer, tez morena, posiblemente de origen sudamericano, espera en la otra acera del paso de peatones, sujetando una silla dónde un anciano inclinado hacia delante, algo le dice y ella sonríe acariciándole la cara. El viento que es característico de esa calle le vuela la visera. En un solo movimiento él, agarra la visera y vuelve a ponérsela. El semáforo se ha puesto en verde, siguen su paseo diario entre risas y comentarios. Yo, con mis cascos puestos escucho las noticias dónde se comenta lo de las Golden Visa y la regularización de inmigrantes.
Mientras tanto, un ciudadano del este, vinculado al sector petrolero, con inversiones diversificadas en la Costa, contempla el mar desde su piscina infinity, rodeado de aguacateros, naranjos en flor... El servicio le trae el lunch especial que saborea medio sumergido en el agua, su debilidad es el boquerón con verduras encurtidas y licuado cítrico. Después de una pequeña siesta (no cabe duda que se ha adaptado a las costumbres locales), dará un pequeño paseo en su yate para ver la puesta de sol.
La llamada Golden Visa puesta en funcionamiento en el año 2013 permite obtener el visado de residencia en España si se invierte en vivienda por un valor superior a 500.000 euros. Es importante saber que el comprador, no estaba obligado a tener una o varias propiedades superiores a esa cantidad, sino que podría comprar 5 pisos de 120.000 euros.
Hay muchos datos estadísticos, pero nadie concreta las cifras, ¿Cuántos han sido los beneficiados?, ¿de qué países?, pero es indudable que el gobierno ha tardado mucho en poner fin a una medida que ha incidido en la subida del mercado inmobiliario. Sobre los propietarios, todos nos podemos imaginar que habrá de todo, pero sirva de ejemplo, una investigación del diario El País que obligó al gobierno a reconocer en 2022 que el expresidente mexicano Enrique Peña Nieto había conseguido una golden visa para vivir en España, cuando en ese momento la Fiscalía mexicana le investigaba por lavado de dinero y enriquecimiento ilícito.
Al mismo tiempo, arrastramos los pies para regularizar aproximadamente 400.000 inmigrantes, aquellos que cuidan a nuestros mayores, que trabajan en el sector agrícola o pesquero, en el servicio doméstico, etc. En cualquier plataforma de búsqueda de empleo encontrarás múltiples ofertas de trabajo para personas sin documentos en España. Es algo ya asumido, y que hemos utilizado los ciudadanos españoles. Es lamentable, pero ha tenido que ser una iniciativa popular respaldada por 700.000 firmas, después de años de demora, la que ha obligado al Congreso a pronunciarse y tomar en consideración una iniciativa legal justa y necesaria.
@novoa48