Se retrasa el debut de Lourdes Domínguez en dobles ante el "calor infernal" que azota Australia
Por Alejandro Espiño
Hasta 44 grados de temperatura alcanzaron los termómetros en Melbourne, ciudad en la que se está disputando el Abierto de Australia, el primer Grand Slam de la temporada tenística. Esta circunstancia ha desatado una oleada de indignación entre los deportistas, obligados a jugar durante horas bajo ese calor infernal. "Hasta que alguien muera, van a seguir poniendo partidos con este calor", denunciaba el canadiense Frank Dancevic.
También los tenistas españoles, muchos de ellos a través de Twitter, expresaron su enfado después de dos días jugando bajo un calor sofocante. Los continuos desmayos y vómitos de los deportistas y los numerosos abandonos que se están registrando han llevado a gente como Rafa Nadal a afirmar que "se hace peligroso" jugar con esas condiciones. "Una cosa es lo que conviene y otra cosa es lo que es. Tanto calor es algo que no recuerdo".
La situación ha estallado este jueves cuando la organización se vio obligada a suspender todos sus partidos, a excepción de los que se disputaban en las pistas principales que cuentan con una cubierta retráctil. Los encuentros se retomaron pasadas las seis de la tarde, hora local, cuando la temperatura bajó suficiente como para no poner en riesgo la integridad física de los tenistas. Pero no hubo tiempo para disputar todos los previstos.
Entre los que han quedado aplazados hasta mañana está el partido de Lourdes Domínguez, que tras caer eliminada en primera ronda del torneo individual, tenía que haber jugado su primer partido en dobles este jueves. Junto con su compañera, la estadounidense Lauren Davis, tenía que enfrentarse a la pareja rusa formada por Ekaterina Makarova y Elena Vesnina, cabezas de serie número 3 del torneo.
Jugarán finalmente mañana viernes. Será en la pista 7 del complejo deportivo Melbourne Park, no antes de las 14.00 horas locales, dos de la madrugada en España.