Nuevo ridículo del Pontevedra que cae derrotado sin paliativos (2-0) ante el Laracha
Por Ramiro Espiño & Diego Torrado
No caben excusas. Simplemente no las hay. Nuevo partido (y ya van siete), mismos errores. Certificado queda que lo de la segunda parte frente al Compostela, el pasado jueves, fue un espejismo. El Pontevedra actual es lo que hemos visto en el Municipal de A Laracha. Un equipo ramplón, sin la necesaria actitud ni tensión competitiva, y carente del imprescindible trabajo técnico y táctico. Un equipo que no sabe a lo que juega, y a veces ni siquiera sabe si está jugando o simplemente "enredando".
Quizás ahí esté la clave. Hay una diferencia enorme entre jugar y competir. Jugar juegan muchos, competir lo hacen los que al final terminan llevándose los partidos. El Pontevedra juega, o "enreda", como si fuesen niños, pero no compite. O quizás es que alguno sigue pensando que salir a un campo con una camiseta histórica ya es suficiente para ganar. Y claro, así les luce el pelo. El rival, simplemente poniendo intensidad en la disputa, dejándose el alma en cada jugada, le pinta la cara a un equipo incapaz de corregir errores que se repiten de forma sistemática en cada jornada.
Porque no es que haya sido mejor el Laracha, que lo fue. La verdad es que fue peor el Pontevedra, que no es lo mismo, aunque lo parezca. El Laracha simplemente hizo lo que se esperaba de él. El Pontevedra no. El Pontevedra fue un alma en pena, un equipo roto en el que cada uno hacía la guerra por su cuenta, y en el que el juego colectivo brillaba por su ausencia.
Si ustedes le preguntan a los escasos 200 espectadores presentes en el Municipal de A Laracha al terminar el partido ¿a qué juega el Pontevedra?, seguro que les responden que se han quedado sin saberlo. Pelotazo en largo una y otra vez, menos cuando hay que ser contundente en defensa.
Y errores, los de siempre. Blandos en defensa. Nulos en la elaboración. Ineficaces en la definición. Tres pecados capitales que llevan al equipo a firmar un inicio de temporada infame. Con 10 puntos de 21 posibles, la mayoría de ellos disputados frente a rivales recién ascendidos. Claramente ese no es el camino. Pero peor es el hecho de que jornada a jornada se incide en lo mismo (y van ya dos meses de competición), sin que se aprecien signos de buscar soluciones.
Afortunadamente pocos eran los aficionados granates presentes, pero esos pocos a los que hay que aplaudir por su valentía y amor al club, se les caía la cara de vergüenza viendo la pobre imagen que su equipo va dejando semana a semana por los campos gallegos, teniendo que escuchar los comentarios de la afición rival, que espera ver un equipo histórico y se encuentra con un grupo de mozalbetes que en su mayoría ni sufren ni padecen, limitándose a pasear "palmito" por el campo.
Sin olvidar que el Laracha se presentaba a la cita con hasta seis bajas de jugadores por distintas causas, pero lo hacía convencido de cuáles eran sus armas. Tensión e intensidad. Fue suficiente. Cierto que el Pontevedra llevó ligeramente el mando en el primer tiempo, pero fue un mando sólo relativo. Los granates tuvieron las primeras aproximaciones en disparos de Benja y Luismi, sin peligro, hasta que Tubo pudo marcar, cerca ya de la media hora, evitándolo Damián al desviar ligeramente la pelota a corner.
Pero a pesar de ese ligero dominio visitante, la sensación que flotaba en el ambiente era que el Laracha podía sacar petróleo de una defensa granate blanda como la mantequilla. Y casi lo hace en el minuto 37, en el primer error grave de Pablo, que al querer proteger un balón permite que se lo arrebate Denís. Candela evitó el gol al cruzarse de forma providencial.
Lo más peligroso del Pontevedra lo hizo el defensa local, Raúl, que al intentar despejar un centro de Adrián, manda de cabeza el balón al larguero de su propia portería. Era el minuto 40, tres antes de que comenzase el principio del fin para los visitantes.
Esa falta de tensión en la disputa provoca pérdidas de balón en zonas de riesgo que casi siempre acaban (y es otro de los defectos habituales de este Pontevedra) en falta cometidas en las cercanías del área. Lo hizo Candela, con un agarrón absurdo a unos diez metros de la frontal, y Javi Villar lanzó un misil a la escuadra ante el que nada pudo hacer Edu. Descanso y a remar contracorriente.
Nando intenta buscar soluciones con dos cambios, dando entrada a Carnero y Lede, y el Pontevedra hace ocho minutos, los únicos en todo el partido, en los que de verdad manda y crea ocasiones. Eso sí, aunque el día estaba seco y soleado, la pólvora granate parecía hacer dormido en el río.
El Pontevedra estrelló dos balones en la madera y terminó con uno menos por expulsión de Miguel en el último minuto
Tubo en el minuto 46 remate de espuela. Damián desvía a corner. Benja en el 51 estrella el balón en los pies del portero. Carnero en el 52, a la salida de un corner, manda el balón a la cepa del poste. Tres ocasiones para el empate y se apagó la luz.
Porque en la jugada siguiente, minuto 53, David Feito comete un error de infantil intentando salir con el balón en conducción en su propia área de castigo. Yun se lo roba y cruza por alto ante Edu. Era el 2-0 y la sentencia para un Pontevedra sin capacidad de reacción ni ideas, que únicamente volvería a crear peligro en el minuto 80, con un remate de Benja que Damián manda otra vez a corner.
LARACHA, C.F. (2): Damián (3); Raúl (2), Fandiño (2), Beto (2), Jorge (2); Javi Villar (3), Rebolo (2); Santi Bouza (2), Kevin (2), Denís (2); y Yun (3).
Sustituciones: Martín (1) por Yun, minuto 64. Emilio (s.c.) por Denís, minuto 79. Iván (s.c.) por Raúl, minuto 90.
PONTEVEDRA, C.F. (0): Edu (1); Adrián (1), Pablo (0), Miguel (0), David Feito (0); Tubo (1), Candela (1), Moreira (0), David Pérez (0); Benja (1) y Luismi (2).
Sustituciones: Pablo Lede (2) por Moreira, minuto 46. Carnero (1) por David Pérez, minuto 46. Buba (1) por Candela, minuto 63.
Árbitro: Pablo Álvarez Calderón (Vigo), auxiliado en las bandas por Cristian Vázquez Martínez y Carlos Alberto González Fernández. Expulsó por doble amonestación a Miguel (Pontevedra) en el minuto 89. Amonestó a Beto y Martín, por el Laracha, y a Adrián, Candela y Benja, por el Pontevedra.
Goles: (1-0) Minuto 43: Javi Villar, en lanzamiento de falta directa desde la frontal que se cuela por la escuadra. (2-0) Minuto 53: Yun roba la pelota a David Feito y bate a Edu con un disparo cruzado de abajo a media altura.
Incidencias: Campo Municipal de A Laracha. Algo menos de 200 espectadores.
VESTUARIOS:
MANU MOSQUERA: El entrenador local era la viva imagen de la felicidad, y no era para menos: "Pensar en ganarle al Pontevedra 2-0 y que haya sido fácil, no podemos decirlo. Yo creo que ha sido complicado, pero sí es verdad que hemos sido superiores y hemos ido madurando el partido llevándolo hacia nuestro terreno, sobre todo con el balón. Eso ya en la primera parte a ellos les creó muchas dudas, al ver que no tenían el balón, que no llegaban a tiempo para robarlo, y luego lo fueron arrastrando quizás para después del segundo gol bajar un poco los brazos, pero si mi equipo no llega a poner la intensidad y el ritmo que ha puesto hubiera sido imposible, porque enfrente teníamos un rival muy fuerte y muy bueno, que han hecho cosas buenas durante la primera parte, pero que al no salirle, luego sí hemos tenido esa pizca de suerte en la segunda parte con el tiro al palo, que ha sido la ocasión más clara de ellos. Todo lo demás creo que lo hemos hecho nosotros, por eso pienso que el resultado es justo, porque hemos sido superiores y hemos llevado el control".
Nando: "Todo lo que digáis es poco. No se puede competir siendo tan blandos"
NANDO: No buscó excusas al mal juego y al rendimiento de su equipo el técnico granate: "Todo lo que digáis es poco. No tengo mucho más que decir. No se pueden dar tantas facilidades defensivas como nosotros damos. Si uno no se hace fuerte en defensa es complicado poder ganar un partido. Hemos tenido nuestras oportunidades, no las hemos aprovechado, y en la única vez que llegan nos marcan, porque las oportunidades que han creado ellos siempre han sido en errores defensivos nuestros".
Al ser preguntado por esa endeblez defensiva y a pesar de ella terminar con un jugador expulsado, Nando dijo: "Más claro no podemos decir las cosas. Repito que cualquier cosa que digáis será poco. No se puede competir siendo tan blandos, eso lo primero. No se pueden dar tantas opciones al rival. A nosotros, a nuestros delanteros, las defensas los comen y nosotros damos muchas facilidades a cualquier rival. El equipo en ningún momento ha estado a la altura de lo que se esperaba y hemos sido como tú dices un equipo muy endeble en todos los aspectos".
Nando no se explicaba la transformación negativa de su equipo con relación al partido frente al Compostela: "Es lo que quisiera saber. Uno ya no sabe qué pensar o qué decir. Este equipo si no tiene la actitud que tuvo el otro día con el Compostela somos un equipo cualquiera de Tercera División y si queremos estar arriba y no demostramos ilusión es muy difícil que podamos estar".
Nando: "Si hay algún momento que piensan que soy yo el culpable de todo esto, pues que se tome la solución que se tenga que tomar"
Con respeto a si este nuevo revés le haría tomar medidas para el próximo partido, el técnico comentó: "Sé que esto para la afición es un palo gordo y para mí también lo es. Lo que está claro es que a lo mejor hay alguno que no lo asimila así, pero yo soy el primer responsable y el primero que lo asumo. Ahora tengo que tener calma, porque ahora mismo estoy muy jodido y en caliente podrías decir o hacer muchas cosas. Lo único que digo es que esto lo tienen que sacar adelante los jugadores. Si hay algún momento que piensan que soy yo el culpable de todo esto, pues que se tome la solución que se tenga que tomar".