La autora reseña que ha sido un esfuerzo titánico de las siete historias relatadas por las víctimas o por sus familias porque en dos casos fueron asesinadas.
Eran muchos los motivos por los que titular este trabajo de Montse Fajardo "Invisibles" y ella lo explica en este Cara a cara de PontevedraViva Radio: "se suele pensar que las invisibles son las mujeres, pero también son ellos. Algunos maltratadores andan libres por esta ciudad o por otras y nadie sabe quién o quiénes son. Incluso hay casos que llegan a participar en actos como los de la fecha del 25 de noviembre contra la violencia machista".
Atención especial se quiere prestar también a "los niños que sufren directa o indirectamente esta violencia. Es terrible porque en "Invisibles" hay un caso en que una mujer perdió a su hijo porque lo asesinó el padre". Reclama en este sentido que las administraciones presten el respaldo social y económico para mujeres que viven situaciones como ésta.
Montse Fajardo presentó oficialmente su tercer libro este miércoles en un acto organizado en el Teatro Principal acompañada por la periodista de Diario de Pontevedra María Varela y la concejala de Igualdade de Pontevedra, Carmen Fouces, y en el que colaboraron los cantantes Guadi Galego y Eladio Sánchez. Fue el acto central de la programación organizada por el Concello con motivo del 25 de noviembre y logró llenar el patio de butacas.
La práctica totalidad del público siguió la petición realizada por la organización para acudir vestido de blanco y Monte Fajardo, desde el escenario, explicó el motivo de la invitación. Quería simbolizar que cualquiera de las mujeres presentes en el acto, por el mero hecho de ser mujer, podían ser protagonistas de este libro y que "hoxe todos somos elas", que no están solas y tienen el apoyo de todos los presentes.
La presentación se realizó sobre un escenario con tres sillas ocupadas y siete vacías, una por cada una de las siete protagonistas, a las que Carmen Fouces quiso agradecer que hayan sido "unhas valentes" y, tras sufrir las duras realidades retratadas, "foron capaces de ser xenerosas e entregárnolas". Precisamente, Fajardo agradeció a todas estas mujeres -y a sus hermanas, hijas y amigas en el caso de las dos protagonistas asesinadas por sus parejas- que compartiesen su vida con ella, pues sabe que resultó duro todo el proceso de contarles la historia y luego verla sobre papel.
Este libro, en palabras de María Varela, "está cheo de realidades que todos debemos coñecer" para poner algo de "luz" en una problemática que se ha convertido en una auténtica lacra social y de la que muchas veces ni las propias víctimas son conscientes de estarla sufriendo. Además, pone el foco en que no existe ni un perfil de víctima ni de maltratador y de que no solo son invisibles para la sociedad las víctimas, sino también muchas veces el maltratador y es necesario sacarle la máscara, pues, como sostuvo Carmen Fouces, "o verdadeiro problema non son as mulleres, son os homes violentos".