Xoel López: "Paramales recupera cosas que había dejado atrás. No tengo necesidad de diferenciarme tanto de Deluxe"
Por Alejandro Espiño
Desde que el pasado 26 de mayo Xoel López (A Coruña, 1977) publicara su segundo disco en solitario, Paramales -el octavo de su carrera musical-, el artista gallego no ha parado de cosechar éxitos. Con un disco que muchos califican como el más arriesgado de su trayectoria, ha logrado afianzarse como una de las grandes referencias de la escena independiente española. Y lo hace con una apuesta firme y rotunda por nuevos sonidos.
Así disfrutaremos de él, este viernes 11 de diciembre a partir de las diez de la noche, en el auditorio del Pazo da Cultura, donde acompañado por la valenciana Helena Goch, recala una gira que no está dejando indiferente a nadie. Pero antes, habla en esta entrevista con PontevedraViva sobre este nuevo disco, las influencias folk que se ha traído de Latinoamérica o de la apuesta por recuperar sonidos de su pasado reciente como Deluxe.
El pasado viernes has actuado en A Coruña, ahora vienes a Pontevedra y Vigo. Me imagino que son conciertos especiales para ti, ¿no?
Claro que sí. No solo porque yo sea de allí, sino porque mis canciones también tienen más sentido en ese contexto. Hay cosas que no tengo que explicar cuando estoy en Galicia, más allá de A serea e o mariñeiro, la canción que canto en gallego en el nuevo disco. La esencia de ser un gallego fuera de Galicia, un sentimiento que impregna mis canciones, conecta directamente con la gente. No digo que en otros lados no lo haga, pero aquí es instantáneo.
¿Y qué nos espera en el concierto de Pontevedra?
Esta gira es con toda la banda. Lo especifico porque los músicos ahora tenemos que adaptarnos a muchos formatos y a veces voy solo. Pero en este caso me acompañan siete músicos. Era la única forma de que todos los arreglos que suenan en el disco, que son muchos aunque a veces no se noten, estuviesen en los directos y pudiese aprovechar toda esa riqueza sonora. Le diría a la gente que merece mucho la pena. Que aprovechen esta oportunidad.
En él, presentas Paramales. Para un artista siempre es complicado definir su propio trabajo, pero ¿qué destacarías de este nuevo disco?
Es difícil siempre, pero cada vez me cuesta más (se ríe). Todo se va desdibujando. Si me preguntas con 18 años, te diría que mis influencias eran The Who o Los Beatles, pero con el paso del tiempo acaba todo mezclado, no solo en cuanto a música, sino también los poemas que has leído, las experiencias que has tenido… Y Paramales es un poco eso, una diversidad. Es el disco más variado de mi carrera. Creo que hay diferentes propuestas en él.
A nivel emocional es también muy variado y muestra la complejidad del ser humano. Es el reflejo de un mundo interior cada vez más complejo. Se notan las experiencias que vas acumulando, pero a la vez que sientes más dudas a la hora de hacer las cosas. Es la filosofía de mi vida. Y claro, también se nota que se haya grabado entre Buenos Aires, A Coruña y Madrid. Hay un sentimiento de mudanza, de idas y de venidas, musical y personalmente.
"Si me preguntas con 18 años, te diría que mis influencias eran The Who o Los Beatles, pero con el paso del tiempo acaba todo mezclado (...) Y Paramales es un poco eso, una diversidad"
Atlántico fue un cambio de estilo para ti, pero no sé si coincides conmigo en afirmar que Paramales va incluso un paso más allá…
Sí, es casi un Atlántico 2.0. Atlántico fue una ruptura musical que vino derivada de una ruptura vital. Me fui a vivir a América Latina y eso se vio reflejado en mi música. Me desmarqué mucho de lo que había hecho hasta ese momento. Paramales es la continuación de ese proceso, en cierto sentido, es un disco de transición. Sigo con ese sonido, pero también recojo cosas que había dejado atrás. No tengo la necesidad de diferenciarme tanto. Todo tiene cabida.
¿Hay por lo tanto un cierto regreso al sonido Deluxe?
Creo que había una cuenta pendiente. Es una aproximación al Deluxe de los primeros discos en inglés, a cosas que no me atrevía a hacer cuando decidí empezar a cantar en castellano. Creía que no iban a quedar bien. Ahora me encuentro en una etapa más arriesgada. Me atrevo con la música negra, el soul, el funk… Es un paso adelante.
De hecho, Paramales es un disco bastante positivo pero incluyes también Todo lo que merezcas, una canción deliciosamente bella pero muy dura…
Es una belleza cruel. No va dirigida a nadie en especial. Refleja un sentimiento que todos hemos vivido alguna vez. En ella hay cierto grado de violencia emocional. Es un estilo muy ranchero, como de despecho. No es en ningún momento una canción que manifieste lo que soy yo normalmente, no soy una persona que crea en el ojo por ojo. Pero era una forma de sacar lo que menos nos gusta de nosotros. La música ayuda a desahogarse.
En este nuevo disco también asoma tu vertiente más reivindicativa, Sol de agua es un buen ejemplo. ¿Era necesario para ti expresarte de esa manera?
Igual que pasa con Todo lo que merezcas, es una canción con la que la gente se siente identificada. Es inevitable que en estos últimos años la gente se haya sentido decepcionada y estafada a nivel social y político, algo que ha hecho que haya más gente involucrada en la política. Es una canción que habla de cómo algo que parecía ser una cosa acaba resultando ser otra. Esa sensación de engaño la hemos vivido y Sol de agua es un reflejo de todo eso.
En Paramales incluyes, por ver primera en un disco tuyo, una canción en gallego -A serea e o mariñeiro-, ¿era una cuenta pendiente para ti?
Ya había grabado algún tema en gallego como una versión de Quen puidera namorala de Luis Emilio Batallán u Ollos de sal con Xosé Manuel Budiño, pero esta es la primera vez que canto en gallego una canción mía, escrita por mí. Me parecía que tenía calidad suficiente para estar en el disco y me apetecía mucho que estuviese. ¿Seguiré haciéndolo? No lo sé. Depende del momento y de la canción. Es una puerta que queda abierta. Ya veremos.
Hablando de reivindicaciones, ¿cómo ves el estado de la industria musical en estos momentos?
Estos últimos años han sido muy difíciles para todos. No hablo de los artistas que venden millones de discos y viven demasiado bien. El problema es la gente de clase media y baja, a los que cada vez nos cuesta más ir de gira. La subida del IVA nos ha afectado a todos por igual y creo que es injusto. Fue un palo muy grande. Luchamos por sobrevivir y muchos no lo han conseguido. Fue una manera de poner la zancadilla a grupos emergentes, músicos de gran talento que estaban al límite y ahora, con suerte, pueden seguir tocando pero compaginándolo con otro trabajo. Pocos se plantean ya vivir de la música.
"¿Volver a grabar las canciones de Deluxe? Es algo que podría ser muy bonito (...) Tengo decidido que tarde o temprano lo haré, peroo sé todavía cuándo ni cómo"
Aprovecha entonces que hay elecciones en unos días. ¿Qué le pedirías al próximo presidente del Gobierno, sea el que sea?
Que baje el IVA, por supuesto. Pero sobre todo que trate de poner fin a la desigualdad social que hay en este país. Es el problema fundamental que tenemos.
Ahora estás centrado en la gira de Paramales, pero ¿tienes en mente ya nuevos proyectos?
Siempre tengo cuatro o cinco cosas en la cabeza. Ahora es verdad que estoy muy centrado en la gira del disco y me cuesta pensar en otros proyectos. Pero estoy dándole vueltas a publicar un libro de poemas en el que recuperar letras de canciones que nunca llegué a grabar. Es una idea. Además, aunque estoy de gira voy escribiendo regularmente nuevas canciones, así que cuando tenga material suficiente empezaré a pensar en grabar un disco nuevo.
En tus directos rescatas de forma habitual canciones de tu etapa como Deluxe. ¿Alguna vez te has planteado regrabarlas con tu estilo actual?
Es algo que podría ser muy bonito. Mi carrera está bastante desordenada al haber tenido diferentes proyectos como Deluxe o Lovely Luna y tengo ganas de ordenarlo todo. Tengo decidido que tarde o temprano lo haré. No sé todavía cuándo ni cómo. He pensado en revisar esas canciones y grabar un recopilatorio o un disco en directo con colaboraciones… Ya ves, está todo en el aire pero sí, tengo ganas de hacerlo.
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